Ya hemos hablado en anterioridad de la piel, sin embargo en esta ocasión vamos a tratar un tema que es muy interesante, el ACNÉ, un problema muy común, pero también muy molesto.


La piel gracias a su íntima relación con el resto de los órganos del cuerpo es un gran espejo de lo que ocurre en el interior, dependiendo del estado de la piel, es el estado de los órganos internos.
Cuando el organismo se encuentra en buena salud la piel inmediatamente lo demuestra, se ve lozana y muy bella, sin embargo cuando los órganos internos no se encuentran bien, la piel se ve opaca y marchita, esto indica que el estado de salud no es el óptimo.
La piel es el órgano más inervado del cuerpo y a esto se debe la propiedad que posee de modificar su aspecto, no solo por como se encuentra el cuerpo, sino también por como te encuentras de estado de ánimo.
Inervado: Hace referencia a aquellas zonas del cuerpo, en las cuales se ha producido la transmisión de una corriente eléctrica que logra la activación de los movimientos y funciones de órganos y estructuras. Además, es considerada una de las características de las estructuras nerviosas, ya que forman parte del trabajo que generan los nervios.
En todos los tiempos la piel se ha descrito como un órgano misterioso símbolo de expresión de la belleza, pero también como símbolo de fealdad. Todo tiene que ver con su aspecto.
La piel tiende a reaccionar como un fino mecanismo ante todo, la evolución y variaciones que ocurren en el cuerpo y también lo que suceden en el exterior; es un órgano que comunica todo lo que le rodea con el interior, la piel es considerada como algo realmente maravilloso.
Son variadas las causas por las que la secreción tiene alteraciones; entre ellas son la mala alimentación (alimentos con demasiada grasa y muy pesados, el abuso de sal, así como de muchos condimentos). Suelen perjudicar demasiado sobre todo si las personas padecen del estómago y de la digestión en general. También la anemia en los desórdenes de la menstruación.
El acné (granos, barros, pústulas comedones)- Todos tenemos bien conocido que en la piel existen muchas glándulas que son muy pequeñas en las que se encuentran el pelo y cabello el cual segregan una materia grasosa (sebo llamadas glándulas sebáceas) las cuales su función es proporcionar protección (propiedades defensoras).
En el momento en que esas glándulas sebáceas se enferman, producen en su interior una cantidad excesiva de grasa, y por consiguiente, una formación de materia infecciosa en los poros de la piel. En ese instante aparecen protuberancia infecciosas que van desde leves a muy graves, las cuales se llaman acné.
Se diferencian tres clases de acné:
- El acné puntuado que son los llamados comedones o espinillas.
- El acné vulgar.
- El acné rosáceo o caparroso.
En los tres casos o clases, su punto de partida es un aumento anormal de la secreción de grasa producido por las glándulas sebáceas.
Acné puntuado (comedones o espinillas): Por lo general este tipo de acné es el principio de las otras dos clases. La formación de grasa dilata los poros de donde sale el sebo y, por consiguiente, se adhiere a su superficie polvo u otras partículas del aire, formando un punto negro. Esto trae como consecuencia que tape los poros y que el sebo acumulado produzca, al descomponerse, ligeras inflamaciones en la piel y bultos hasta formar pequeños nódulos.

El acné vulgar: Se produce, generalmente, en el mismo sitio de las espinillas; sin embargo, en este caso se trata ya de una inflamación purulenta, de glándulas sebáceas de forma nudosa, con un tamaño aproximado al de la cabeza de un alfiler, con un color que va desde rojo oscuro hasta un rojo azulado, en cuyo centro ya se encuentra una gota de pus. Su aparición tiene lugar por brotes. Algunas veces hay formaciones de dichos brotes en algunas zonas en específico. Algunas veces ya se convierte en algo crónico donde la piel se altera generando un aspecto grueso muy hinchado.

Sus causas: Ya tenemos entendido que el acné es causado por una afección (enfermedad que se padece en una determinada parte del organismo) que en este caso, es la piel quien nos indica que hay algo más, y por tanto un síntoma de trastorno orgánico más profundo. ¿Qué se quiere decir con esto? bien, el acné vulgar es producido por una intoxicación del organismo y aunque ésta no siempre es bien manifiesta sin duda se encuentra ahí.
En especial este tipo de acné se presenta en personas jóvenes, en la época de la pubertad y, en especial, en personas que padecen clorosis (enfermedad que se caracteriza por una disminución del hierro de los glóbulos rojos de la sangre y por una intensa palidez; ya es muy poco en la actualidad, aparecía casi exclusivamente entre las mujeres durante la pubertad o la adolescencia) y anemia. Hoy en día ya es muy difícil que se presenten este tipo de deficiencias, sin embargo también es importante mencionarlo.
Pero, cuales son las causas principales de estas afecciones, son trastornos del metabolismo, de la nutrición, digestión y eliminación, ocasionados por una alimentación inadecuada o abusiva, así como también al uso frecuente de alimentos descompuestos, como son los quesos demasiado fermentados, pescados, carnes, embutidos de clase inferior (con exceso de grasa y sodio y poca proteína) este tipo de alimentos contienen sustancias venenosas que pueden ocasionar acné. También el abuso de algunas drogas como el bromo, yodo y los cloruros.
Acné rosáceo: Este tipo de acné es el más grave ya que se trata de una inflamación de las glándulas sebáceas con tendencia a alteraciones del tejido conjuntivo subcutáneo. Esta afección aparece, sobre todo en forma nudosa en la nariz.

Causas: Sin duda en todos los casos son derivado de sustancias dañinas por mala digestión y por el metabolismo deficiente, pero en el caso del acné rosáceo es síntoma de una reacción defensora del organismo que procura eliminar sustancias extrañas y perjudiciales por medio de la piel.
Partiendo desde este punto, normalmente este tipo de acné se presenta con mayor frecuencia en personas que tienen diabetes, cáncer, enfermos de los riñones, con problemas de hígado, en resumen, se presenta en personas donde cuyos órganos de eliminación se encuentran dañados o que padecen trastornos del sistema circulatorio, congestiones pulmonares y enfisema.
Tratamiento:
Bien, vamos a analizar, se que quieren soluciones tajantes, pero no me puedo mostrar irresponsable; sin duda son problemas que requieren de la mano de un especialista, tanto dermatólogo como de otros especialistas dependiendo de cuales sean los casos. Lo que queremos exponer es que en el tratamiento del acné no solo son problemas de la piel, sino también problemas de otros órganos que necesitan atención y aunque el dermatólogo corrija el problema de la piel, debemos estar consientes que nos está avisando que no todo se encuentra bien por dentro.
Así que recomiendo que se realice un análisis del cuerpo para no solo tratar el problema del acné, sino también el del organismo completo. Observarse con sumo cuidado y hacerse un chequeo para confirmar que todo se encuentra bien. Cualquier síntoma que parezca anormal no se dude en consultarlo con el médico.
Evitar los irritantes y los condimentos, bebidas excesivamente calientes, no tabaco ni alcohol, no exceso de sal. Mantener los poros libres de células muertas, motas de suciedad que se encuentran en el ambiente. Y como siempre consulta a tu médico, nadie mejor que él para realizar un estudio personalizado y recomendar lo que tú cuerpo en específico necesita.