Si tenemos olor podremos saborear los alimentos. Cuando se tiene una pérdida total o parcial (hiposmia) del olfato, es importante recibir ayuda de un médico y volver a la normalidad.
No todas las modificaciones del sentido del olfato quedan contempladas sobre este término. Existen síntomas en una percepción que se encuentra alterada de esta sensación. A esto se le conoce como «Disosmia».
CAUSAS FRECUENTES.
- Patologías de las fosas nasales o senos paranasales. Este tipo de problemas dan justificación de un 39% de todas las anosmias etiquetadas.
Se trata de un conjunto de enfermedades que se encuentran formados por diferentes elementos de diferente naturaleza, donde se encuentra, la rinitis ya sea alérgica o vasomotora; como ejemplo, los pólipos, la aparición de unas glándulas adenoides agrandadas. También cualquier infección que se encuentra en esta zona como lo son: senos paranasales o vía respiratoria alta, lo que puede ocasionar este molesto problema.
- Traumatismo. Ocasionado en el área que tiene que captar la sensación y transmitirla al cerebro. El bulbo olfatorio, hasta el 30% de los casos es ahí el origen.
Los traumatismos craneoencefálico que pueden ser causados por golpes fuertes como una caída desde lugares altos, o por un accidente vehicular, etcétera.
Esos golpes fuertes pueden desgarrar los filamentos nerviosos de los receptores que se encuentran encargados de captar los aromas.
Tenemos que entender que todo depende de cada caso en particular, sin embargo cuando ocurren estos problemas esta anosmia resulta ya muy difícil de recuperar, por consiguiente con el paso del tiempo se pueden adquirir problemas alimenticios por la falta de olores.
- Alzheimer. Es uno de sus síntomas, donde la persona tiene una pérdida en primer lugar, ya sea parcial o total del olfato.
Algunos estudios comprueban que este síntoma es presentado desde muchos años antes de presentarse la enfermedad y de que la degeneración neurológica (memoria, habilidad cognitiva, razonamiento, etcétera) sea evidente.
Otras enfermedades neurológicas que son degenerativas como el Parkinson, Esclerosis múltiple pueden ocasionar una anosmia.
- Fumar. Cuando se es un fumador habitual con varios cigarrillos al día es otra de las causas de una anosmia.
El tabaco, en concreto la nicotina y el alquitrán que estos contienen, tienen a «adormecer» las raíces nerviosas olfatorias.
- Limpieza en seco. Los detergentes con disolventes orgánicos, que son utilizados constantemente en lavanderías, tintorerías para los tejidos y prendas que no deben entrar en contacto con el agua, el aguarrás, también algunas pinturas industriales; puede ocasionar una pérdida de olfato tanto de manera parcial o total.
Por esa razón las personas que tienen este tipo de empleos en los que implica el contacto directo o de manera indirecta con estas sustancias tienen que protegerse perfectamente para evitar algún problema más adelante.
- Otros tóxicos. En estos tóxicos se incluye algunos medicamentos, drogas como la cocaína y algunos tóxicos industriales.
- Enfermedades endócrinas. Enfermedades como la diabetes y el hipotiroidismo pueden producir una pérdida de la capacidad olfatoria.
ALGUNOS CASOS ATÍPICOS.
- Mucho olfato. Existen personas y algunas situaciones como lo son el embarazo y la menopausia que tienden a percibir de una manera muy intensa los olores, se llama Hiperosmia.
- Falla al oler, Parosmia. Es cuando se percibe un olor en ocasiones agradable y en ocasiones desagradable. Esto es muy delicado ya que indica que puede tener un tumor, epilepsia o un simple malestar estomacal.
- Alucinaciones. En algunos momentos se puede percibir un olor que no existe se llama alucinación olfatoria, lo cual es también una alteración que va acompañada de enfermedades psicóticas.
- Fobia a los olores. Tras haber tenido alguna experiencia muy desagradable puede generar una fobia a los olores que hacen recordar esa situación.
- Envejecimiento. Con el paso del tiempo la capacidad para percibir los olores se va perdiendo, y aunque es un proceso relativamente pausado se dice que esto comienza desde los treinta años y por esa razón no podemos darnos cuenta.
Aún no se conoce con exactitud las causas, lo que se conoce es que el bulbo olfatorio (área del cerebro que se encarga del olfato) aminora de tamaño, de esta manera hace que los receptores que existen en la nariz se alteren.
Lo que se recomienda es entrenar este sentido, lo que se hace es que de vez en cuando se juegue a descubrir a qué pertenece cada olor.
Que interesante, no deja de sorprender con el contenido
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Tan interesante que nos comparte.
Gracias, Roxana.
Excelente semana.
Un abrazo.
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Muchas gracias!!! Que tenga una bella semana.😊😊🤗🤗💙
Reciba un gran abrazo.
Roxana.
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Siempre un gusto, Roxana.
Excelente semana también.
🙏🏻🤗🤗🤗😊😊💙
Otro abrazo.
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