Todos conocemos la importancia de las vitaminas en nuestra vida, como la vitamina A, C, E que contienen las frutas, quienes estabilizan los radicales libres y estimulan el sistema inmunológico, además, mantienen saludables la piel y la vista.
VITAMINA A Y BETACARONETO.
En las frutas amarillas y anaranjadas como el mango, naranja, mandarina, duraznos, melón, mango, papaya, etcétera se encuentra el beta caroteno o pro vitamina A, el cual protege de las enfermedades degenerativas.
Los beta carotenos son pigmentos naturales que aportan ese color característico a esas frutas y hortalizas. Es una forma química requerida por el cuerpo para la formación de la vitamina A que sustenta la producción de colágeno, la que es imprescindible para el crecimiento, flexibilidad de los huesos y para el desarrollo celular de las mucosas, la piel, ojos, uñas, cabello y esmalte dental; para la prevención de enfermedades respiratorias y la regeneración de los tejidos.
La deficiencia de esta vitamina A es manifestada por el aumento de infecciones y en una visión nocturna deficiente, Sus propiedades antioxidantes protegen de las enfermedades cardiacas y del cáncer.

VITAMINA C.
La vitamina C o ácido ascórbico tienen un potente efecto antioxidante, así como aportar múltiples beneficios para la salud. Es necesaria para el crecimiento y la reparación de tejidos en todas y cada una de las células de cuerpo.
Es un elemento básico para formar la proteína que produce la piel, tendones. ligamentos y vasos sanguíneos; también ayuda a sanar las heridas y formar tejido nuevo en las cicatrices y para reparar y mantener el cartílago, huesos y dientes.
La vitamina C es un nutriente antioxidante, el cual bloquea parte del daño ocasionado por los radicales libres.
El organismo no puede producir la vitamina C por sí solo, ni tampoco la puede almacenar. Por esa razón es vital incluir en la dieta diaria muchos alimentos que la contengan. Esta vitamina esta especialmente en los cítricos como lo es la naranja, limón, toronja, mandarina, kiwi, guayabas, lichi, mangos, papaya, piña, fresas, frambuesa, moras, arándanos, sandía, melón, así como muchas frutas más.
La carencia de esta vitamina C en la dieta puede causar mala cicatrización de las heridas. La reducción de la resistencia a las infecciones, problemas en las encías y dolor en las articulaciones.

VITAMINA E.
Este es un antioxidante muy poderoso que previene el daño de los radicales libres y es de gran ayuda para fortalecer las células. Las fuentes de esta vitamina provienen del aguacate, kiwi, arándanos, mamey, chabacanos, nectarina, uvas, durazno, moras, ciruelas, mango, plátano, y manzana.
La carencia de esta vitamina no es común, sin embargo la anemia y el daño nervioso pueden presentarse en personas que no pueden absorberla.
El organismo también necesita vitamina E para mantener el sistema inmunitario fuerte frente a los virus y bacterias.
La vitamina E es básica también para la formación de glóbulos rojos y ayuda al organismo a utilizar la vitamina K que dilata los vasos sanguíneos impidiendo que la sangre se coagule dentro de ellos. También las células utilizan la vitamina E para interactuar entre sí y así llevar a cabo muchas funciones que son muy importantes para el organismo.
