ARTRITIS.

La artritis es una dolencia que se deriva de la inflamación de las articulaciones, la cual va acompañada de cierto impedimento para movilizar la parte afectada.

Es una de las enfermedades más antiguas de mundo, sin embargo, aún se desconocen todas las causas que originan las diversas artritis existentes: osteoartritis, artritis reumatoidea, artritis psoriásica, espondilitis, gota, lupus, síndrome de Reiter o de Kawasaki y artritis infecciosa.

El ejercicio siempre puede ayudar a que las articulaciones se mantengan un poco más flexibles; ya que a menor rigidez menor dolor. Como sabemos, los músculos sostienen las articulaciones por lo que es de suma importancia que se mantengan fortalecidos por medio de los ejercicios; uno de los ejercicios que más ayuda es la natación.

De igual manera algunos nutrimentos son un auxiliar para combatir la artritis como lo son: el Betacaroteno, vitaminas C y E, selenio, coenzima Q10, complejos de enzimas digestivas y glucosamina.

OSTEOPOROSIS.

Es un desorden esquelético caracterizado porque la persona tiene una predisposición notoria a un riesgo de fractura. Esta enfermedad afecta a una de cada cinco mueres de 45 años y a cuatro de cada diez de más de 75 años; sólo una de cada siete fracturas de columna y cinco de las de cadera ocurren en el hombre.

La osteoporosis es una enfermedad tratable, pero lo más importante y que causa tranquilidad es que se puede prevenir.

Es muy recomendable la ingestión de calcio y vitamina D ya sea en forma de suplementos o por medio de alimento que sea rico en ellos; de igual manera se sugiere evitar el sedentarismo a toda costa.

Una dieta que es pobre en calcio por periodos prolongados, en especial durante la adolescencia y juventud y una vida sedentaria predispone a la aparición de la osteoporosis.

ALZHEIMER.

Es un tipo común de demencia o también llamado deterioro de las funciones intelectuales que afecta al 10% de las personas mayores de 65 años y al 50% de las personas mayores de 85años.

Es una enfermedad que acaba con la vida de 100,000 personas al año, sin embargo, no es exclusiva de individuos adultos mayores y ese es un problema también ya que puede afectar a personas de entre 36 y 40 años.

Se caracteriza por un deterioro mental progresivo y desafortunadamente interfiere en el desempeño físico, social y laboral de las personas.

Algunos de los síntomas son: depresión, desorientación en el tiempo, imposibilidad de concentrarse o comunicarse, pérdida de la memoria y del control de la vejiga, así como del intestino, cambios en la personalidad y oscilaciones intensas del estado de ánimo, la salud se va deteriorando de manera progresiva hasta el grado de que la persona queda totalmente incapacitada.

Las fibras nerviosas del hipocampo, lo que es el centro cerebral de la persona, tienden a enmarañarse y la información del cerebro deja de funcionar correctamente, un ejemplo de ello es que ya no se pueden generar nuevos recuerdos, así como los viejos recuerdos de igual manera no se pueden traer a la mente.

Tristemente aún se desconocen las causas exactas de conducen a esta enfermedad, pero algunos investigadores han descubierto que tienen que ver con deficiencias nutrimentales. De igual manera han demostrado que existe una relación de Alzheimer y concentraciones elevadas de aluminio y mercurio en el cerebro.

Se ha observado que otro posible culpable es el sistema inmunológico, lo que hace es que el organismo ataque a los tejidos. Los que nos lleva a dudar de si esto es la causa o el resultado de ella.

Se ha notado que algunos nutrimentos son grandes auxiliares en el tratamiento como: el Ginkgo Biloba, Coenzima Q10, vitaminas y complejo B, antioxidantes y minerales como el zinc, calcio, magnesio, boro, glutamina, Omega 3 y 6.

PARKINSON.

Esta enfermedad es degenerativa que arremete al sistema nervioso (parálisis agitante). Los síntomas se hacen presentes cuando existe una diferencia de dopamina en el cerebro, es un neurotransmisor que conduce mensajes de una célula a otra.

Las causas desafortunadamente aún se desconocen, sin embargo, existen múltiples teorías; una de ellas menciona que es por la exposición a toxinas ambientales, otra dice que es por la mala dieta que contribuye al desarrollo de esta enfermedad y si a parte se es más propenso por razones genéticas sin duda se presentará.

Entre los primeros síntomas se encuentra un temblor que va entre modera a leve de una o ambas manos mientras se encuentran en repos; también la sensación generalizada de lentitud; rigidez y cansancio.

Conforme avanza la enfermedad se van sumando más síntomas como lo son el babeo, la pérdida del apetito, los temblores, dificultad para hablar; también la expresión facial desaparece, se vuelve fija.

Los pacientes que padecen de este problema empiezan a caminar encorvadas, generando que el cuerpo y las extremidades gradualmente se vuelvan rígidos. De igual manera entran en una etapa de depresión o demencia.

Algunos nutrimentos que ayudan al tratamiento del Parkinson son: la ingesta de antioxidantes, ginkgo biloba, calcio, magnesio y un aminoácido llamado L-glutamina, el Omega 3 y 6 así como otros.

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