Se considera como una epidemia que se va haciendo cada vez más grande, y es la inactividad, lo que genera un gran riesgo para la salud y la condición física. El objetivo de este post es evitar sus efectos nocivos.
La inactividad se considera el enemigo más temible de tu cuerpo, Un estudio ha revelado que las personas suelen pasar 56 horas a la semana sentadas frente a la computadora, manejando, etcétera, pero sin duda son muchas horas; se ha visto también que las mujeres somos más sedentarias que los hombres, ya que nos encontramos menos involucradas con los deportes y los trabajos que realizan requieren de una menor actividad física.
Aunque se piense que se lleva un estilo de vida activo, debemos admitir que pasamos una buena parte del tiempo sentadas, pero esta costumbre es muy mala y nos está matando, y es de manera literal: el permanecer sentada provoca obesidad, enfermedades del corazón, diabetes, etcétera.
Los largos periodos de reposo son enormemente dañinos que han propiciado a una nueva área de estudios médicos llamada fisiología de la inactividad, que estudia las consecuencias de nuestras vidas cada vez más apegadas a la tecnología y que ocasiona muchos problemas a la salud, así como de una epidemia mortal que ya es conocida como la enfermedad de la silla.
SENTENCIA MODERNA.
El cuerpo ha sido diseñado para moverse por miles de millones de años, y como seres humanos evolucionados, por miles de generaciones nuestro ambiente demandaba que tengamos actividad física de manera constante.
Sin embargo, a los adelantos tecnológicos como el internet y la siempre creciente semana laboral, y el medio ambiente ha dejado de ser un factor. La vida electrónica ha eliminado casi toda la vida activa de nuestra vida.
Casi todo se puede realizar desde la computadora por lo que las consecuencias de ese estilo de vida son bastante preocupantes. Cuando nos encontramos sentadas por mucho tiempo, las partes del cuerpo empiezan a apagarse a nivel metabólico. En ese momento los músculos en especial los de mayor tamaño, que son diseñados para realizar movimiento se encuentran inmóviles, es donde la circulación se torna mucho más lenta y como consecuencia la quema de calorías es mucho menor.
Las enzimas quemagrasa responsables de procesar los triglicéridos (una especie de grasa) dejan de funcionar. Si nos encontramos sentadas por un día completo, estos quemadores de grasa suelen reducir su actividad hasta un 50%.
Y aún hay más, cuando no nos movemos, el cuerpo emplea una menor cantidad de azúcar por lo que se tiende a embarnecer; estudios aseguran que por cada dos horas que nos encontramos sentados cada día, se corre el riesgo de adquirir diabetes y esto aumenta a un 7%.
También se corre el riesgo de contraer una enfermedad cardiaca, ya que las enzimas que mantienen en un correcto funcionamiento a las grasas corporales se tornan inactivas.
De igual manera se puede ser más propenso a la depresión; a menor flujo sanguíneo menor serán también las hormonas de la felicidad circulando en el cerebro.
Para todo un día permanecer sobre los glúteos definitivamente de la misma forma es un infierno para la postura y la salud de la columna.
Cuando nos encontramos sentadas todo el día, los flexores de la cadera y los ligamentos se contraen y aprietan, mientras que los músculos que sostienen la columna se van debilitando y poniendo duros cada vez más.
De manera que no es ninguna sorpresa, entonces, que empiece el dolor crónico en la espalda baja, triplicando la incidencia desde la década de 1990.
El tomar en cuenta de que, aunque se realice ejercicio, no nos encontramos inmune, el realizar 30 minutos diarios puede que ya no sean suficientes para contrarrestar el efecto de ocho a diez horas que pasamos en la silla, por esa razón muchas personas lidian con muchos problemas de peso, glucosa, colesterol, etcétera, aunque seamos constantes en las rutinas de ejercicios.
Un estudio demuestra que mientras más tiempo se pase sentados cada día, mayores son las posibilidades de que se muera joven, sin importar qué tan buena condición física se tenga.
¿QUÉ HACER?
Entonces, si el ejercicio por sí solo no es la solución ¿Cuál es el paso a seguir? Por fortuna, es mucho más sencillo de lo que se piensa; el contrarrestar los efectos de estar sentada o «estacionada» por mucho tiempo.
Sólo se tiene que aumentar la termogénesis de la actividad diaria no relacionada con el ejercicio. Es decir, la energía (calorías) que se emplea haciendo todo lo que no sea ejercicio. El tener sexo, doblar la ropa, mover los dedos de los pies o simplemente encontrarse parado puede significar la diferencia entre tener que utilizar un pareo y presumir el bikini en tus próximas vacaciones.
El solo hecho de pararse y moverse nos puede mantener alejados de los medicamentos y del consultorio médicos. Imaginemos que nuestro cuerpo es una computadora: mientras se mueva el mouse y el teclado, todos los sistemas funcionan. Sin embargo, cuando se deja quieta unos minutos, la computadora se duerme para conservar energía.
El cuerpo se encuentra diseñado para mantenerse en movimiento, activo, de esta manera cuando nos mantenemos sentados y no realizamos nada por un largo tiempo se apaga y se queman menor cantidad de calorías. El tener una actividad constante a lo largo de la jornada mantiene el metabolismo a toda velocidad.
En el momento que nos paramos de la silla y comenzamos a movernos, se encienden los quemadores de grasa. El sólo hecho de encontrarnos paradas hace que quememos tres veces más calorías que si estuviéramos sentadas. La actividad de la termogénesis puede mejorar el flujo sanguíneo y elevar el nivel de serotonina en el cerebro.
MUÉVETE.
Mueve más las cosas cada día interrumpiendo el sedentarismo con la mayor frecuencia posible. Levántate cada media hora. Si se tiene que permanecer sentada por un largo periodo, trata de tomar descansos que sean activos.
Cuando te encuentres leyendo correos o hablando por teléfono, realízalo parada, tratar de mantenerte parada es lo mejor. Si te es posible, cambia la silla por una pelota de estabilidad grande.
El adquirir estos hábitos te fuerza a involucrar los músculos y te obliga a levantarte más a menudo porque no te extienden sobre la silla.
En el momento que nos encontremos en casa es bueno limitar el tiempo frente al televisor a dos horas o menos cada día. O es mejor aún; ver los programas desde una caminadora o la bicicleta fija.
Entre las mujeres, existe un problema, el cual tendemos a padecer de síndrome metabólico, que son una constelación de afecciones de la salud que incluye presión arterial alta, niveles excesivos de colesterol y glucosa elevada que se pueden disparar en un 26% por cada hora al día que pasan frente a la pantalla.
En realidad, debemos considerar que todos estos pequeños esfuerzos traen una mejor calidad de vida. El ser más activa durante el día pueden poner un alto al aumento de un kilo que las mujeres acumulan cada año, y se puede hacer que el metabolismo funcione de una manera correcta.
1.- En lugar de tener estos hábitos.
- Sentarse frente al escritorio se quemas 83 calorías.
- Subir por el elevador se queman 128 calorías.
- Comprar en línea se queman 96 calorías.
- Pedir comida a domicilio se queman 96 calorías.
- Realizar llamada por teléfono se queman 102 calorías.
- Navegar por internet se queman 96 calorías.
- Ver televisión se queman 64 calorías.
- Jugar un videojuego sentada se queman 32 calorías.
Como se puede observar, si se suman las calorías quemadas entre todas dan un total de 697.
2.- En comparación se pueden realizar estos hábitos.
- Pararse frente al escritorio se queman 115 calorías.
- Subir las escaleras con frecuencia se queman 509 calorías.
- Realizar las compras en el centro comercial se queman 147 calorías.
- Realizar una caminata por la oficina por lo menos 10 minutos se queman 129 calorías.
- Jugar videojuegos donde interactúes se queman 178 calorías.
Al cambiar nuestros hábitos por unos que nos mantengan activos es mucho mejor. Y como se puede observar la cantidad de calorías que se queman es mayor, 1358 calorías, lo cual hace una gran diferencia.
NO AL SABOTAJE.
Nunca debemos permitir que la rutina en la oficina nos sabotee el cuerpo y nuestra salud. Si nuestro trabajo requiere que permanezcamos sentadas por largos periodos de tiempo se tiene un 68% de probabilidades de sufrir de sobrepeso, en comparación con las personas que no se encuentran por largos periodos de tiempo sentadas, y que aumentan de peso unos ocho kilos en promedio a los ocho meses de comenzar con un trabajo de oficina sedentario. Para una oficinista en promedio se tienen que quemar 430 calorías extras con tan solo mantenerse en movimiento un poco más. Ejemplos de termogénesis:
1.- Cuando vas rumbo al trabajo y tienes que manejar, apretar los glúteos mientras nos encontremos en el tráfico.
2.- Cuando nos encontramos en el escritorio, el pararse y estirar por lo menos cada media hora, ponerse de pie para contestar el teléfono y para leer los correos electrónicos. Procura que tu escritorio sea un poco más alto.
3.- Tratar de realizar una caminata de por lo menos 10 minutos.
4.- Realiza una caminata de por lo menos unos 20 minutos antes de comenzar la velada. Pon música de tu agrado mientras se realiza los quehaceres del hogar. Si por suerte vives en un lugar donde se cuenta con escaleras, realiza tantos viajes te sean posibles. Elaborar trabajos más allá como aplicar pintura, reacomodar, remodelar, etcétera.
5.- Al navegar por internet sentarse en una pelota de ejercicio. Sujetar bandas en los muebles y ejecutar movimientos de brazos. Levantarse cada media hora y concluir viajes rápidos subiendo y bajando las escaleras para tonificar las piernas.
EL COSTO DE LA COMODIDAD.
En la actualidad la vida es muy diferente a como se vivía en épocas pasadas, por lo que en las últimas décadas se ha succionado el elemento <actividad> de nuestra existencia.
Con el cambio de época vinieron los progresos tecnológicos que nos han hecho mantenernos por más tiempo en nuestras sillas y, por ende, quemamos una menor cantidad de calorías, entre 1500 y 2400 menos que las calorías que se quemaban en los años cincuenta; te presentamos un estimado de cuanto se ha embarnecido desde esa época:
- 1964. Es cuando la televisión por cable llega a un millón de hogares. Las mujeres tenían un peso aproximado de 63.6 kilos.
- 1967. Es cuando la marca Amana presenta el horno de microondas. Las mujeres tenían un peso aproximado de 65.5 kilos.
- 1983. En esa época Apple vende las primeras computadoras personales. Las mujeres tenían un peso aproximado de 68.2 kilos.
- 1994. Es cuando ya se empiezan a realizar compras en línea. Las mujeres tenían un peso aproximado de 69.1 kilos.
- 2005. Un aproximado de 13 millones de personas ya cuentan con un BlackBerry. Y las mujeres empiezan con un aumento de peso que no se ha detenido, 74.5 kilos.
Como podemos observar el mantenernos sentados hace que nuestra calidad de vida se vea dañada, por lo que debemos buscar como combatirlo, así, que si nos encontramos por un largo periodo sedentarios las partes del cuerpo comienzan a apagarse a nivel metabólico impidiendo la quema correcta de calorías, de esta manera tenemos que mantenernos en constante movimiento siempre, aun cuando solo sea una actividad ligera como el simple hecho de mantenerse parada lo que será de mucha utilidad.
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