CÓMO ALIMENTARSE EN LA TERCERA EDAD

El envejecimiento

El envejecimiento es básicamente un proceso de deterioro donde se suman todos los cambios que se dan con el tiempo en un organismo y que ello nos lleva primeramente a alteraciones funcionales y finalmente a la muerte. Es una transformación que se da con el paso de los años.

La alimentación en la tercera edad se debe encaminar a compensar las deficiencia físicas, psíquicas y ambientales que se van generando con el paso del tiempo.

Debemos tomar en cuenta que al mismo tiempo las necesidades calóricas se van reduciendo, la pérdida de paladar y olfato lo cual deben ser compensados con el aumento de sabor y texturas en las comidas.

Es por esta razón que en ellos se pueden emplear suplementos nutricionales que sean muy agradables al tacto y al gusto.

Cuando se llega a la tercera edad con ello también llegan una disminución en la calidad y cantidad de la dieta.

Es por esa razón que se debe asegurar que los alimentos que se consuman sean de calidad y que se aprovechen adecuadamente, para evitar deficiencias o excesos que afecten a la salud.

La tercera edad es el resultado del proceso natural de envejecimiento, el cual se caracteriza por múltiples cambios en la estructura y la función de los órganos, así como de los tejidos corporales que se han ido generando a través del tiempo.

Es por esa razón que la alimentación que se le proporcione a las personas de la tercera edad no se realicen cambios de manera radical, ya que suceden algunas alteraciones a nivel físico, digestivo y hormonal, de igual manera será en el ámbito social y en el nivel de actividad física.

Cuando se van a realizar modificaciones en la alimentación de los adultos mayores se deben tomar muy en cuenta la estructura física y en la composición corporal para poder establecer un plan de alimentación adecuada que cubra las necesidades principales del individuo.

En la vejez, por lo general no se es bien tolerados muchos de los alimentos y cualquier cambio en la dieta debe ser con lentitud y por etapas. Vamos a enfatizar que a los 80 años las necesidades se encuentran muy reducidas en comparación a las personas adultos jóvenes, por lo que es más seguro que una persona adulto mayor tenga problemas digestivos por comer mucho que por comer poco.

Habitualmente suelen encontrarse a menudo enfermos y desorientados por la mala alimentación, por lo tanto, es necesario de una guía racional, lo que nos lleva a entender es que en ellos si se está comiendo bien, se está viviendo bien.

La alimentación no es muy distinta de la que en realidad se hace, sólo es necesario ordenarla en cantidad, frecuencia y balance que favorezcan a una buena digestión y por supuesto nutrición. Se puede recurrir a suplementos que los ayude a mantenerse en buen estado de salud.

Sin embargo, en términos generales los cambios básicos que se presentan en esta delicada etapa son:

1.- Disminución de masa muscular por lo que la grasa corporal tiene a aumentar, por lo general en la región abdominal.

2.- Decrece la densidad ósea por lo que los huesos son mucho más frágiles y quebradizos y son muy frecuentes las fracturas ocasionadas por caidas.

3.- Disminuye el volumen del agua corporal.

4.- Existe una reducción en la estatura debida a la compresión de las vértebras.

5.- Se puede presentar aumento o pérdida de peso, incluso obesidad.

6.- Existe un mayor riesgo de que se presente una deficiencia de algunos nutrimentos como lo son las vitaminas C, E, y B12, ácido fólico, zinc, hierro y calcio.

7.- Se observa que existe una decreciente y de manera considerable en las capacidades sensoriales como la vista y el oído.

No solo ocurren alteraciones en la composición corporal, sino de igual manera hay cambios bastante importantes en el aparato digestivo ya que las secreciones del estómago tienden a disminuir y la movilidad del intestino es mucho más lenta, esto ocasiona que la movilidad del intestino sea mucho más lenta, lo que retrasa la digestión y reduce la absorción de vitaminas, minerales y demás nutrientes de los alimentos.

También se genera un problema ocasionado por el deterioro de la dentadura lo que hace que el masticar correctamente los alimentos se vuelva muy difícil, así como el tragarlo, pero de igual manera se tiene que luchar con una disminución de la saliva, lo que conduce a molestias intestinales como gases intestinales y estreñimiento.

De esta manera las personas adultas mayores tienen la necesidad de adaptar su dieta a la nueva condición de su aparato digestivo, modificando todo tipo de alimentos para que resulten más fáciles de deglutir y digerir, pero además les aporten los nutrientes necesarios y estos sean absorbidos de manera correcta de acuerdo a sus necesidades fisiológicas, su nivel de actividad y afecciones que padezcan, ya que en esta etapa de nuestra vida se pueden presentar problemas como hipertensión o diabetes, así como otros problemas más serios las cuales se encuentran estrechamente relacionadas con la alimentación, por lo que una dieta correcta es de gran ayuda para evitar complicaciones.

Es muy importante considerar el tipo y la cantidad de medicamentos que se consumen ya que en muchas de las veces suelen ser un problema ya que limitan la correcta absorción y el uso de los nutrimentos en el cuerpo, lo que puede llevar a deficiencias que pueden alterar el estado de nutrición del individuo.

Hay múltiples factores que llevan a un adulto mayor a una deficiencia en su persona y pueden ser: falta de información, desconocimiento en cuestiones de nutrición, pobreza, analfabetismo, aislamiento social, depresión, dependencia, invalidez física y mental, falta de apoyo social y familiar, olvido y abandono, escasa accesibilidad y disponibilidad de alimentos, cambios en el olfato y el gusto, alteraciones de las funciones mentales y pérdida de la memoria. De esta manera se recomiendan alimentos de diversas texturas, colores y formas, que favorezcan el apetito que en múltiples ocasiones se ve afectada por la pérdida de los sentidos.

En especial cuando se ha llegado a la tercera edad, la dieta debe ser rigurosamente completa, equilibrada y muy variada, que tenga la textura adecuada para que lo pueda masticar y por supuesto que sea de acuerdo con la tolerancia de cada individuo a los diversos alimentos, tomando en cuenta su actividad y gasto energético de cada persona.

Recordemos que los diversos tipos de dieta debe asegurar la proteína, hidratos de carbono, grasas, fibra, vitaminas, minerales, y agua, por lo que debemos consumir todos los grupos de alimentos: cereales en el que los encontramos en pan, tortilla, arroz, pastas y avena; productos de origen animal como; pescado, pollo, res, lácteos y huevo; leguminosas como: el frijol, lenteja y soya, etcétera; frutas como: papaya, fresa, naranja, mango, durazno, plátano, pera, manzana, etcétera; verduras: calabaza, chayote, zanahoria, ejotes, espinacas, apio, ejote, papa, etcétera.

Algunas recomendaciones para organizar una dieta para la tercera edad

  • Siempre se debe tomar en cuenta es estado en el que se encuentra la persona adulta mayor como alguna enfermedad que altere el estado.
  • Garantizar un mayor aporte de hierro, calcio, vitaminas del complejo B, vitaminas C y A, por medio de los alimentos.
  • Debe ser una dieta variada, baja en sodio, en azúcar y en grasa saturadas.
  • Aportar alimentos que contengan un alto nivel de calcio como la leche y sus derivados, ajonjolí, pescado, tortilla de maíz y amaranto.
  • Evitar en lo posible alimentos que sean irritantes, muy condimentados y muy grasosos.
  • Al momento de cocer los alimentos es mejor elegir el horneado, a la parrilla, a la plancha, estofado, al vapor y hervido.
  • Consumir suficiente líquido entre 1.5 a 2 litros de agua al día.
  • Realizar ejercicio de acuerdo a sus posibilidades ya que es muy importante para mantener el músculo, cuidar la circulación, etcétera. Nunca debe faltar.

Esto son solo algunos ejemplos de lo que se debe hacer para cuidar a nuestros adultos mayores, ellos son más delicados y requieren de una atención mayor.

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SEÑALES QUE EL CUERPO DA CUANDO SE ENCUENTRA ENFERMO.

El organismo es muy sabio y presenta diversos síntomas donde nos va avisando con tiempo de que nuestro cuerpo se encuentra enfermo y necesita que sea tratado a tiempo, pero ¿Qué sucede cuando no conocemos los indicios que presenta antes de que las cosas sean mucho más serias?

En realidad tendemos a atribuirlos a otras cosas y minimizamos el problema. Algo nos dice que no es normal y que anda mal, pero no investigamos a fondo el problema, así que va en aumento la enfermedad hasta que ya es una situación muy fuerte y difícil de tratar. Poner atención a los síntomas que nuestro cuerpo presenta y que a nosotros no se nos hace normal, es mejor investigar y consultar a un médico.

  • Adultos mayores: Se observó que las personas mayores tenían problemas de memoria y que algunos de ellos que presentaban indicios de Alzheimer mostraron una merma, al paso de un año, en habilidades como el manejo del estado de cuenta.

Las personas que se encuentran en las primeras etapas del Alzheimer llegan a tardar uno o dos minutos en responder.

Si bien todos solemos tener algún olvido, suele ser ésta de manera ocasional, sin embargo debemos tener en cuenta que si estos síntomas se presentan de manera persistente y de modo regular es sin duda una señal de advertencia.

A medida que avanza la enfermedad de Alzheimer, la corteza cerebral que incluye regiones vinculadas con el pensamiento, la planificación y el recuerdo se deterioran.

Esto hace que luchar con las cuentas y el dinero les sea cada vez más complicado. El realizar incluso las labores cotidianas se realicen con mucha dificultad, como preparar una receta favorita, conducir a un sitio que es muy conocido, etcétera.

  • El corazón (los ronquidos): Son un síntoma muy bien conocido como apnea del sueño, un trastorno vinculado con un mayor riesgo de sufrir cardiopatías.

Sin embargo, el roncar al parecer cumple con un papel mucho más determinante en las enfermedades que son cardiovasculares .

Incluso personas que no presentan apena del sueño, roncar se asocia con un engrosamiento de las arterias carótidas en el cuello.

Este daño es un precursor de apoplejía e infarto. El roncar tiene una relación más estrecha con este daño en las paredes arteriales de colesterol en la sangre o presentar sobrepeso.

El roncar parece dañar las arterias carótidas que suministrarán sangre al cerebro. Se cree que las arterias reaccionan a la vibración de los ronquidos, ya que están muy cerca de la garganta.

  • Disfunción eréctil (problemas cardiacos): Hombres mayores de 45 años que no padecían enfermedades cardiacas pero presentaban disfunción eréctil de modera a grave, eran hasta un 60 por ciento más propensos a ser hospitalizados por afecciones cardiacas en un periodo de cuatro años.

Las arterias que irrigan al pene son más pequeñas que las otras partes del cuerpo, de esta manera que pueden obstruirse incluso antes de que el hombre presente otras señales de enfermedad cardiaca.

Muchos hombres consideran que es un tema embarazoso, y solo quieren obtener una receta y listo, no quieren discutir el tema. Sin embargo es de suma importancia de hacerse examinar en busca de cardiopatías.

Si un hombre presenta otros factores de riesgo, como un historial familiar de enfermedades cardiacas, el médico podría recomendarle pruebas diagnósticas avanzadas, como un escáner de calcio coronario.

  • Encías inflamadas: Unas encías inflamadas pueden ocasionar gingivitis por bacterias que también pueden causar cardiopatías.

Una investigación indica que los adultos mayores con niveles altos de ciertas bacterias en la boca tienen arterias carótidas más gruesas, un precursor de apoplejía e infarto.

El vínculo tiene que ver con la reacción del organismo ante la inflamación. Las limpiezas dentales frecuentes ( cada tres a seis meses ) por lo común controlan la gingivitis en etapa inicial.

Recibir tratamiento para esta enfermedad se asoció con un menor número de hospitalizaciones entre personas que padecían un mal cardiaco o diabético de tipo 2.

  • Sistema hormonal: Las visitas frecuentes al baño, la diabetes en fase inicial tipo 2, el organismo se hace menos eficiente para descomponerlos alimentos y la glucosa y utilizarlos como una fuente de energía.

A causa de ello, la glucosa se acumula en el torrente sanguíneo, donde causa un daño silencioso pero significativo a los vasos sanguíneos y a los nervios.

El organismo intenta desechar el exceso de glucosa a toda costa, y lo realiza por medio de la orina. Lo que significa, que «la persona que va al baño de manera constante y produce mucho mayor cantidad de orina tiene un problema con la glucosa».

Al levantarse varias veces en el transcurso de la noche para orinar, y si se orina bastante, es posible que de más sed.

Es mejor consultar al médico y preguntar si es posible realizar una prueba de A1c (que es de hemoglobina glucosilada), la cual mide la concentración media de glucosa que se encuentra en la sangre en un lapso de tres meses ( otra prueba, como análisis de glucosa sanguínea en ayunas, mide el nivel de glucosa que corresponde solo un día en que se aplica).

En cuanto más pronto sea diagnosticada la diabetes tipo 2, tanto mayor la probabilidad de controlarla mediante cambios en el estilo de vida, como bajar de peso y hacer ejercicio.

  • Cuando se olvidan los nombres: Sueles olvidar los nombres o las listas de compras, si eso ocurre podría indicar hipotiroidismo, o niveles bajos de la hormona tiroidea.

La falta de la hormona tiroidea hace más lento todo, si uno se siente cansado a pesar de haber dormido bien. Si se continua somnolienta, podría ser señal de se tiene una disfunción hormonal, como una actividad baja de la tiroides.

Otros de los síntomas más comunes son la sensación permanente de frío, disminución de la libido y que la comida no sepa tan bien como antes.

Como todos estos síntomas suelen ser imprecisos y sin relación aparente, frecuentemente se pasan por alto. Son muchas las personas que pueden padecer de problemas tiroideos y no se encuentran conscientes de ello.

Si se presentan alguno de estos síntomas, vale la pena realizarse algunas pruebas. Es muy recomendable consultar al médico y en caso de recibir tratamiento con fármacos, se van a sorprender lo despiertos que vuelven a sentirse.

Incluso se dan cuenta de que algunas de sus lagunas de memoria y la dificultad para con centrarse no se debía tan solo a la menopausia o al envejecimiento.

ALGUNAS SEÑALES DE ALERTA DEL CÁNCER.

  • Pérdida de peso: Si se nota que se ha bajado de peso más de 4.5 kilos sin haber cambiado los hábitos alimenticios o de ejercicios, se tiene que acudir de inmediato al médico. Ya que es señal más común de un cáncer de páncreas, estómago, esófago o pulmón.
  • Fatiga: Si se encuentran sentados por un periodo de estrés pasajero, el sentirse mucho más cansado de lo común es muy normal. Sin embargo, si se batalla mucho para realizar las actividades diarias o no se puede pasar un día sin tomar una siesta y el cansancio es muy persistente, es señal de alarma. La fatiga puede ser síntoma de algunos tipos de cáncer estomacal y de colon, también como de ciertos tipos de cáncer sanguíneo, como la leucemia.
  • Sangrado inexplicable: Si de repente se tiene sangrados que no tienen ninguna explicación aparente como una tos con sangre puede ser cáncer de pulmón, sangrado vaginal irregular puede ser cáncer cervicouterino o endometrial, sangre en las heces puede ser cáncer de colon o rectal, sangre en la orina puede ser cáncer de riñón o de vejiga; secreción de sangre por el pezón cáncer de mama.
  • Dolor: Si éste es producido por el cáncer, por lo regular significa que la enfermedad se ha extendido y ya se encuentra bastante avanzada, pero también puede ser un síntoma temprano del cáncer óseo o testicular.
  • Úlceras o picaduras de insectos que no cicatrizan: Esto podría indicar un cáncer de piel en la etapa inicial. Una úlcera en la boca, pene o en la vagina que dura mucho tiempo podría ser señal de cáncer en esas partes del cuerpo.
  • Tos persistente: La tos no suele indicar que se tiene cáncer, sin embargo, si esta dura por mucho tiempo, aunque se hayan padecido de alergias, como el asma o sinusitis. Es mejor consultar a un médico ya que podría ser cáncer pulmonar o, si se es acompañada por una voz ronca puede ser cáncer de laringe o tiroideo.
  • Cambios de la orina: Cuando se noten cambios en la orina y se perciba que se acude con mayor frecuencia de lo habitual se tiene que acudir con el médico, no dejarlo a la deriva ya que pueden ser algunos problemas que no representen un susto, pero también puede ser una señal de ser cáncer en la vejiga o de próstata. El estreñimiento o la diarrea, pueden se señal de cáncer de colon o de ovario. También las flatulencias pueden ser un problema mayor o la distensión abdominal a tu dieta, pero si estas duran más de una semana; es mejor acudir con un médico.