La Salud del Vino: Beneficios y Mitología

Larga vida

Dice el refrán «Con pan y vino se anda el camino». Un vino que el antiguo Egipto reservó a los sacerdotes y al faraón, creando una tradición donde esta bebida no solo era un elemento esencial en las ceremonias religiosas, sino también un símbolo de estatus y poder.

A partir de la Roma clásica, el vino formó parte, junto con el pan y el aceite, de la alimentación mediterránea más básica, siendo un componente vital en la dieta diaria de las clases sociales, desde los campesinos hasta los emperadores. En la Edad Media, el vino constituyó para monjes, reyes y súbditos una fuente de alimento, de salud y placer; los monjes, en particular, lo producían en los monasterios, perfeccionando su elaboración y contribuyendo a su prestigio.

A lo largo de los siglos, el vino ha sido celebrado en distintas culturas, utilizado en festividades, rituales y momentos de alegría, convirtiéndose en un símbolo de unión y celebración. Sin embargo, la forma en que lo consumimos ha cambiado con el tiempo, ya que ha pasado de acompañarnos en todas las comidas a hacer presencia de manera ocasional, lo que nos lleva a reflexionar sobre la importancia de disfrutar de esta bebida con moderación y apreciación, reconociendo los beneficios, en definitiva, que el vino aún nos aporta, aunque en menor proporción.

La bebida más saludable

Absolutamente en todas las culturas que han disfrutado del vino han conocido y reconocido que esta deliciosa bebida posee algunas propiedades salutíferas, sin llegar a ser curativas. Se engañaría quien viese en el vino una bebida para curar enfermedades o desarreglos de nuestro organismo puesto que, a pesar de sus múltiples efectos beneficiosos, no puede considerarse medicinal.

Sin embargo, es interesante notar que diversas civilizaciones, desde los antiguos egipcios hasta los romanos, han explorado y documentado el uso del vino no solo como un placer gastronómico, sino también como un complemento a la salud. Pero sí, que ha habido épocas en las que el vino se ha utilizado como medicina por sí mismo o más frecuentemente como líquido sobre el que incorporar las medicinas propiamente dichas.

En farmacias de más de 80 años de antigüedad aún se encuentran etiquetas de papel pegadas a los frascos de medicinas con la inscripción «Vino Medicinal», lo que refleja la estrecha relación entre este elixir y la medicina tradicional. Además, la consideración del vino como un vehículo para facilitar la ingestión de otros medicamentos resalta su versatilidad y el respeto que se le ha otorgado a lo largo de la historia, consolidando su papel en rituales y prácticas de curación que han perdurado hasta nuestros días.

Confucio, en la lejana China del siglo V a. C., se mostraba partidario del consumo del vino siempre que fuera en cantidades razonables, considerándolo un arte que podía complementar la gastronomía y fomentar la socialización entre amigos y familiares.

Por esa misma época, en la Grecia clásica, el vino era una bebida de uso corriente que se disfrutaba en diversas circunstancias, siempre al final de la comida, como un símbolo de celebración y unidad. Además, los médicos griegos lo usaban para tratar dolencias del cuerpo y del alma, destacando su importancia no solo como un placer sensorial, sino también como un remedio terapéutico.

A partir del siglo XVII, el vino se usó como aperitivo, una aplicación que, en forma de vino quinado, se mantuvo en España hasta la década de 1980 para abrir el apetito de los niños; esto se convirtió en un ritual familiar, y los mayores de 50 años recordarán los anuncios nostálgicos de Quinta San Clemente, que evocaban memorias de la infancia.

Por otro lado, un aperitivo tan conocido como el vermut no es más que vino macerado con hierbas y endulzado, destacándose no solo por su sabor único, sino también por su capacidad de unir a las personas en momentos de camaradería y diversión, mostrando, así como el vino ha evolucionado y adaptado su papel en la cultura a lo largo de los siglos.

Edad Media

En la Edad Media hizo también del vino un producto medicinal y a veces mortal, porque servía para introducir veneno en las copas de incómodos reyes y nobles, ya fuera solo o acompañado de hierbas, azúcar y especias.

Los monasterios europeos, en su labor monástica y de estudio, se convirtieron en centros de experimentación y producción de vinos y licores medicinales, algunas de cuyas fórmulas han llegado más o menos modificadas hasta nuestros días, siendo revisadas y reinterpretadas por expertos en fitoterapia y nutrición.

En este contexto, el vino no solo fue un acompañante de las comidas, sino también un elixir que se creía capaz de curar diversas dolencias. En el siglo XIX, Louis Pasteur, investigador pionero en microbiología, descubrió el secreto de la fermentación de los vinos y, en un momento de reflexión sobre sus beneficios, sentenció: «El vino es la más higiénica y saludable de las bebidas», lo que consolidó su estatus tanto en la mesa como en la medicina popular de la época, influyendo en la cultura del vino que perdura hasta hoy.

Propiedades del resveratrol

Un comunicado de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN), fechado en enero de 2013, informaba de que el vino tinto es un gran aliado de la lucha contra el cáncer, y que investigadores de la Universidad de Missouri (Estados Unidos) habían descubierto que el resveratrol, al interactuar con la radioterapia, tiene la capacidad de eliminar hasta un 97% de las células tumorales en casos de cáncer de próstata, un porcentaje mucho más alto que en el tratamiento del tumor exclusivamente con radiación.

Además, este hallazgo sugiere que el resveratrol podría ser un complemento eficaz en protocolos de tratamiento, potenciando los efectos positivos de la radioterapia y permitiendo una mejor recuperación para los pacientes. El mismo comunicado exponía que en la Universidad de Leicester (Reino Unido) se había comprobado que el resveratrol puede reducir a la mitad la tasa de tumores en el intestino, previniendo así la aparición del cáncer. Este descubrimiento es especialmente significativo, ya que el cáncer colorrectal es uno de los tipos más comunes y mortales, lo que resalta la importancia de la investigación en este campo.

Estudios posteriores han destacado la benéfica influencia del vino tinto en la prevención de distintos tipos de cáncer, como el del pulmón, evidenciando así la necesidad de continuar explorando los compuestos naturales presentes en el vino tinto y su potencial para ser utilizados en la medicina moderna. Asimismo, el consumo moderado de vino tinto, gracias a su antioxidante contenido, puede contribuir no solo a una mejor salud general, sino también a una mayor calidad de vida.

Algunos efectos benéficos del resveratrol son conocidos desde hace años, y los estudios que van concluyendo confirman esos efectos. Sus principales propiedades son:

  • Disminución de la agregación plaquetaria, evitando así la formación de trombos.
  • Disminución del riesgo de infarto cardiaco
  • Una importante acción antiinflamatoria que permite reducir los edemas (acumulación patológica de agua en los tejidos corporales)
  • Actividad antioxidante e inhibidora de los radicales libres (sustancias que producen la degeneración de las células), ralentizando los mecanismos de envejecimiento. Este efecto antioxidante es mucho mayor que el de las vitaminas C y E.
  • Prevención de alteraciones genéticas en las células, evitando su conversión en células cancerosas.
  • Actuación sobre el metabolismo de las grasas disminuyendo la formación del «colesterol malo» y reduciendo la aparición de la arteriosclerosis.
  • Retraso o prevención de la aparición del Alzheimer.
  • Relajación de los vasos sanguíneos.
  • Tolerancia a la glucosa en los casos menos graves de diabetes.

Otras sustancias beneficiosas del vino

Si bien el resveratrol es el elemento con un mayor reconocimiento como el más beneficioso, sin duda el vino también contiene otras sustancias de interés para un buen funcionamiento del metabolismo y de la actividad psíquica. Algunas de estas sustancias son:

  • Taninos y antocianos: sustancias del grupo de los polifenoles, que matan o inactivan un gran número de las bacterias causantes de enfermedades. Estos compuestos también tienen propiedades antioxidantes, lo que contribuye a la reducción del estrés oxidativo en el organismo. Si bien sobre los virus su poder neutralizante es menor, disminuyen considerablemente su capacidad de infectar las células sanas, lo que ayuda en la prevención de diversas enfermedades. Asimismo, favorecen la digestión de los alimentos con alto nivel de proteínas, como la carne, mejorando la absorción de nutrientes y promoviendo así una mejor salud intestinal en general.
  • Procianidinas: es un tipo de tanino que inhibe la formación de histamina, que es la responsable de la inflamación en los procesos alérgicos, y que, por lo tanto, resulta beneficioso para las personas que padecen algún tipo de alergia. Además, contribuyen a la reducción de síntomas asociados a estas condiciones, proporcionando un alivio adicional. De igual manera, actúan sobre las grasas y el colesterol, lo que provoca una disminución de los efectos perjudiciales de estos productos en el cuerpo, ayudando a mantener un sistema cardiovascular más saludable y optimizando el metabolismo lipídico.
  • Minerales: como el hierro, potasio, calcio o magnesio, y en menor proporción, cinc y cobre: los cuales ayudan al buen funcionamiento de nuestro organismo.
  • Vitaminas: como todas las del grupo B, vitamina C y vitamina E los cuales tienen efectos antioxidantes y protectores de la pared de venas y arterias.

Otras consideraciones

A parte de las propiedades benéficas antes mencionadas, debemos considerar de igual manera que un consumo razonable de vino tinto disminuye los estados depresivos, favorece la sociabilidad, mejora el estado de ánimo y aumenta la capacidad de raciocinio y la memoria.

Estudios efectuados en residencias geriátricas francesas así lo demuestran, evidenciando que aquellos que disfrutan de una copa de vino tinto de forma moderada no solo experimentan un mayor bienestar emocional, sino que también exhiben una notable mejora en sus interacciones sociales.

Además, algunos estudios sugieren que los antioxidantes presentes en el vino tinto pueden jugar un papel crucial en la protección de las células cerebrales, lo que a su vez podría contribuir a reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas. Este aspecto se vuelve aún más relevante en una sociedad donde la longevidad es cada vez más común, y el cuidado de la salud mental se convierte en una prioridad esencial.

Sin embargo, no hay que olvidar que, junto con estas sustancias saludables, el vino contiene alcohol, un elemento que en pequeñas cantidades puede moderar la tensión arterial, pero que cuando se es consumido en exceso puede causar alteraciones graves e irreversibles del organismo. Por ello, es recomendable seguir unas pautas para que el consumo de vino sea realmente beneficioso:

1.- Beber siempre el vino durante las comidas o acompañándolo de algún alimento sólido.

2.- No consumir vino cuando se están tomando medicamentos.

3.- No superar los 40 cl de vino al día en el caso de los hombres, ni los 30 cl en el caso de las mujeres.

4.- Es preferible beber menos y mejor, que más y peor.

5.- No consumir vino si se tiene que conducir. La OMS (Organización Mundial de la Salud) considera mucho más adecuada una dieta con un aporte moderado de vino que una dieta totalmente exenta de vino, ya que el consumo responsable puede aportar ciertos beneficios para la salud, tales como la mejora de la circulación sanguínea y la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas. Sin embargo, también advierte de los peligros de la falta de moderación, destacando que el exceso puede derivar en problemas de salud graves e incluso generar adicción. Todo debe tener un equilibrio para que sea realmente eficaz, enfatizando la importancia de disfrutar el vino como parte de una alimentación balanceada. Recientemente, la Unión Europea ha puesto en marcha la campaña «WINE in MODERATION» (El vino con moderación), a la que se han adherido las principales bodegas europeas y la mayoría de los estamentos (estrato de una sociedad) e instituciones relacionadas con el vino, con el objetivo de educar al consumidor sobre las pautas de consumo responsable y fomentar un estilo de vida saludable en el que el vino forme parte de momentos sociales y culturales, siempre con un enfoque equilibrado y consciente.

Nota: En el fondo, saber beber es una forma de saber vivir, ya que no solo se trata de disfrutar de una copa en compañía de amigos o en momentos de celebración, sino que implica también conocer el equilibrio y la moderación. Es un arte que va más allá del simple acto de ingerir alcohol; se relaciona con la capacidad de apreciar los sabores, las tradiciones y la cultura que cada bebida representa. Aprender a beber conscientemente puede conducirnos a momentos de mayor conexión social, reflexión personal y, en última instancia, una mejor calidad de vida.

Vinoterapia

La VINOTERAPIA, tal como la entendemos en la actualidad, nació en Graves (zona vinícola de Burdeos) a finales del siglo XX de la mano de Mathilde Cathiard y Bertrand Thomas, quienes años antes habían creado una gama de cosméticos basada en las propiedades antioxidantes de los hollejos y las pepitas de las uvas tintas.

Este innovador enfoque en la belleza natural, que combina el mundo del vino con el cuidado de la piel, capturó rápidamente la atención de aquellos interesados en terapias alternativas y en el bienestar holístico, llevando a una creciente popularidad de este tipo de tratamientos.

El siguiente y lógico paso fue construir un centro de tratamiento corporal y belleza donde aplicar sus productos en un ambiente vinícola, reposado y lujoso, promoviendo no solo el cuidado estético, sino también la relajación y la conexión con la naturaleza.

En España, el primer centro de vinoterapia se construyó en las Bodegas Castillo de Perelada, en Cataluña, zona vinícola peninsular donde la oferta de vinoterapia es mayor, seguida de La Rioja y las islas Baleares. Estos lugares se han convertido en destinos preferidos no solo por amantes del vino, sino también por aquellos que buscan una experiencia sensorial completa.

Aunque en la actualidad en cualquier zona vinícola del mundo podemos encontrar estos servicios, la vinoterapia sigue destacándose por su capacidad de ofrecer una experiencia única que fusiona la cultura del vino con el cuidado personal y el bienestar integral.

En qué consiste la vinoterapia

Si bien la vinoterapia es en esencia la terapia del vino, las ofertas de vinoterapia son una mezcla equilibrada de lujo, turismo, relax, gastronomía y tratamientos de belleza, envueltos con un sugerente manto de salud.

No vamos a encontrar en la vinoterapia, a pesar de su nombre, un tratamiento curativo de ningún tipo, pero a través de ella podemos cuidar la imagen corporal de una manera natural y no agresiva, al tiempo que disfrutamos de una experiencia sensorial única.

La vinoterapia suele emplearse para la eliminación de toxinas, mantener la suavidad de la piel y retrasar en lo posible su envejecimiento, aprovechando los poderosos antioxidantes presentes en el vino. Asimismo, con la ayuda de los masajes, se consigue una mejora de la circulación, se reafirma la musculatura y se reduce las arrugas faciales, lo que la convierte en un tratamiento muy recomendado para reducir la flacidez muscular, las varices y, sobre todo, el estrés acumulado en nuestra vida cotidiana.

En este sentido, la vinoterapia no solo nutre la piel, sino que también proporciona un momento de desconexión, permitiendo a los usuarios sumergirse en un ambiente de relajación profunda y bienestar integral. Además, el acompañamiento de productos derivados de la uva, como exfoliantes y envolturas, intensifica los beneficios, brindando luminosidad y vitalidad al rostro y al cuerpo, realzando la belleza natural de cada individuo.

En qué consisten las sesiones

La sesión de vinoterapia suele empezar con una exfoliación de piel, utilizando productos naturales que preparan la dermis para recibir los beneficios del vino. Luego, se sigue con un baño de vino tinto mezclado con agua termal caliente, en el que se pueden sentir los aromas afrutados que pentran el ambiente y relajan los sentidos, creando una experiencia sensorial única.

Esta fase culmina con un masaje efectuado con aceite de pepitas de uva, conocido por sus propiedades hidratantes y antioxidantes, que nutre la piel en profundidad y la deja suave y radiante. Durante la sesión, es frecuente ofrecer al usuario una copa de vino tinto, lo que no solo complementa la experiencia, sino que también aporta un toque de indulgencia y placer, haciendo que cada momento sea aún más especial y memorable.

Controversias

El vino contiene sustancias antioxidantes, especialmente el resveratrol, que captan los radicales libres causantes de la oxidación de las células y, consecuentemente, del envejecimiento. La mayor parte de esas sustancias se encuentran ya en la uva, por lo que en los últimos años se han ido comercializando distintas gamas de productos de belleza basadas en la uva y el vino.

En la actualidad se cuenta con una amplia oferta de leches limpiadoras y corporales, cremas hidratantes y nutritivas, sales y gel de baño, champús, aceites para masaje e incluso ambientadores, basados en derivados de la uva y el vino.

Sin embargo, estos productos, que prometen múltiples beneficios, están encontrando dentro de la comunidad científica algunos investigadores que dudan de sus supuestos efectos beneficiosos. Este es especialmente el caso de los productos que tienen un valor de pH igual o superior a 8,8, ya que a ese nivel de pH los efectos del resveratrol desaparecen por completo, lo que pone en entredicho su eficacia real.

Lo interesante es que, a pesar de estas dudas científicas, muchos de estos investigadores no se muestran disconformes con que el consumo moderado de vino pueda ser beneficioso para nuestra salud.

De hecho, se ha demostrado que el vino tinto, en particular, puede contribuir a la salud cardiovascular, mejorar la circulación y proporcionar una serie de beneficios para el bienestar general, lo que sugiere que, a pesar de las limitaciones en los productos cosméticos, el vino en su forma natural sigue siendo un aliado valioso en la promoción de la salud.

Conclusión

Sin duda es un tema donde se debe realzar muchos más estudios, donde se nos ofrezca una situación mucho más certera y una comprensión más profunda de sus implicaciones.

A medida que la investigación avanza, se están descubriendo aspectos que antes no se habían considerado, lo que ha generado un debate enriquecedor en la comunidad científica y entre los consumidores.

Sin embargo, también lo que se ha hecho hasta la fecha se habla mucho de sus beneficios, los cuales han sido documentados en múltiples fuentes y análisis que enfatizan su potencial. Es importante que se tome en cuenta que cada cosa que se desee realizar con cuestión de nuestra salud, debemos consultarlo con un profesional de ella para que sea algo donde tengamos una mayor veracidad; esto no solo asegura que se tomen decisiones informadas, sino que también se reduzcan los riesgos asociados a prácticas no respaldadas por la ciencia.

Pero podemos verlo como algo alternativo que, si se maneja con precaución y bajo la supervisión adecuada, puede complementarse eficazmente con tratamientos convencionales, ofreciendo una experiencia más holística y satisfactoria en el cuidado de nuestra salud.

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DATOS INTERESANTES (EPIGENÉTICA)

Este tema es a mi parecer muy interesante, ya que contienen datos importantes que nos pueden ayudar a nuestra salud y mucho más. La epigenética nos puede salvar de algunas situaciones relacionadas con nuestros genes que pueden dañar nuestra salud. Además, la comprensión de la epigenética nos permite explorar cómo factores ambientales, como la dieta, el estrés y la exposición a toxinas, pueden influir en la expresión genética. Esta disciplina no solo revela la complejidad del ADN y su comportamiento, sino que también nos brinda la oportunidad de tomar decisiones informadas que podrían mejorar nuestra calidad de vida. En este sentido, el conocimiento sobre la epigenética podría potenciar nuestras capacidades para prevenir enfermedades y promover un bienestar duradero, transformando nuestra relación con la salud y la genética.

Epigenética: sobre la genética.

La Epigenética es una disciplina fascinante que nos permite comprender cómo los factores externos pueden influir en la expresión de nuestros genes. Aunque nuestros genes contienen la información que determina nuestras características y funciones biológicas, la Epigenética nos revela que existen estructuras moleculares llamadas proteínas que envuelven y controlan la actividad de los genes.

Estas proteínas, conocidas como marcadores epigenéticos, actúan como interruptores que determinan si un gen será activado o silenciado. Es decir, influyen en qué genes se expresan y cuáles quedan inactivos. De esta manera, la Epigenética nos muestra que no solo dependemos de nuestra constitución genética, sino también de cómo esos genes son «gobernados» por las proteínas epigenéticas.

Este campo de estudio es de vital importancia porque nos permite comprender cómo los factores ambientales, como la alimentación, el estrés, la exposición a toxinas o incluso las experiencias emocionales, pueden dejar una marca en nuestros genes. Estas marcas epigenéticas pueden ser transmitidas de una generación a otra, lo que significa que nuestras acciones y vivencias actuales pueden afectar no solo nuestra salud, sino también la de nuestras futuras generaciones.

La Epigenética también tiene implicaciones en el campo de la medicina, ya que puede abrir las puertas a nuevas formas de tratamiento y prevención de enfermedades. Comprender cómo los cambios en la expresión de los genes están relacionados con diferentes patologías podría permitir el desarrollo de terapias más específicas y personalizadas.

En resumen, la Epigenética nos revela que nuestros genes no son el único factor determinante en nuestra biología. Las proteínas epigenéticas desempeñan un papel crucial en la regulación de la actividad génica, y su estudio nos brinda una nueva perspectiva sobre cómo los factores ambientales pueden influir en nuestra salud y bienestar. Es un campo en constante evolución que nos sigue sorprendiendo con descubrimientos emocionantes y prometedores.

Un ejemplo de ello es: todo lo que consumimos, así como todo lo que nos rodea como el clima, etcétera tienen un impacto en nuestros genes. Estos se pueden activar o desactivar.

Otros ejemplos son: cuando consumimos verduras y frutas y estos contienen vitaminas, minerales, etcétera también pueden contener agrotóxicos dependiendo de cómo sea su cuidado, el plomo que inhalamos en las ciudades por la combustión de los automotores o el mercurio que llega a nuestro cuerpo por medio del pescado contaminado.

Lo que nos lleva a determinar que tienen la capacidad de aumentar la oxidación celular y producir mutaciones en el ADN (cambios en la secuencia del ADN en la célula por lo que produce errores durante la división celular o la exposición a sustancias ambientales que dañan el ADN y todo depende de nuestro estilo de vida que puede cambiarlo para bien o para mal). De esta manera pueden participar en el origen del cáncer, enfermedades cardiovasculares, etcétera.

Se ha comprobado que el ser humano en general compartimos el 99% de nuestros genes con algunas razas de monos, como el chimpancé. Sin embargo, somos muy diferentes ya que la evolución se genera a nivel de la epigenética: las proteínas que modifican los genes a partir de los estilos de vida que cada ser viviente va adquiriendo. Estas son modificaciones químicas de ADN que parten desde el medio ambiente.

De esta manera lo que se quiere decir es que todo lo ambiental impacta sobre cada núcleo celular en todo nuestro cuerpo; lo que respiramos, lo que bebemos y lo que comemos que pueden ser desde vitaminas, minerales, etcétera hasta agrotóxicos y hormonas sintéticas, así como todos y cada uno de nuestros hábitos; por ejemplo: si nuestra vida es sedentaria o no, si fumamos, si nos enojamos, si tomamos alcohol, si consumimos drogas, si consumimos alimentos correctos, etcétera. Todo ello llega al ADN Y LO PUEDE MODIFICAR POR MEDIO DE UNA MUTACIÓN.

Es por esa razón que la importancia de que nuestro entorno como nuestros hábitos sean lo más saludables posibles.

SOMOS RESPONSABLES DE NUESTRO GENOMA.

El ambioma (la totalidad de las condiciones y procesos ambientales que afectan a la salud humana e influyen sobre los índices de mortalidad y morbilidad) el cual engloba todos nuestros hábitos.

Hoy en día nos encontramos degenerando al ambioma por medio de la contaminación ambiental. Como podemos modificar nuestros genes por el medio ambiente decimos que somos responsables de nuestro genoma.

Por esta razón se puede afirmar que de nosotros depende que se exprese (active) o no una enfermedad en nuestro cuerpo, así como el de nuestros hijos, esto es debido a las enseñanzas y las emociones que se les ha transmitido durante toda su vida, incluso desde el embarazo.

Solo el 2% de los genes son directamente responsables directos de algunas enfermedades. La mayoría de las enfermedades son el resultado de la modificación de los genes que se ha generado por el estilo de vida que engloba todo lo que nos rodea.

Sin duda los padres dan la genética, donde nos dice a que somos más propensos, pero el estilo de vida, con sus enfermedades, es coautor de esa persona. El ADN no es nuestra identidad.

La supremacía pertenece a nuestro estilo de vida; la percepción del ambiente controla la expresión de nuestra genética. Esa percepción escribe y controla nuestro código genético por lo que no existen dos personas que perciban de la misma forma un mismo hecho.

No son las hormonas ni los neurotransmisores producidas por los genes los que controlan nuestro cuerpo y nuestra mente.

Recordemos que son nuestras creencias las que controlan nuestro cuerpo, nuestra mente y, por lo tanto, nuestra vida.

NUESTROS ANCESTROS.

Cómo afecta en nuestra salud actual las experiencias vividas por nuestros padres y abuelos. Debemos tomar muy en cuenta que nos heredan lo que comieron, el ejercicio que hicieron, productos químicos a los que estuvieron expuestos son factores que podrían afectar a la apariencia y el funcionamiento de nuestros cuerpos.

Un ejemplo: es cuando las personas están expuestas a la hambruna, esto puede causar cambios epigenéticos que más adelante podrían afectar la salud de los hijos o nietos.

¿CÓMO FUNCIONAN LOS GENES?

A lo largo de su ciclo vital, y dependiendo de condiciones específicas, cada célula «expresa» o activa solo una sección de sus genes, por lo que el resto se desactiva. A este proceso se denomina regulación de la expresión genética.

En ocasiones, durante el proceso de desarrollo y envejecimiento, se generan efectos a largo plazo en nuestro organismo. Estos efectos pueden ser resultado de diversos factores, como la edad, los factores ambientales, el estilo de vida que llevamos e incluso alguna enfermedad que hayamos padecido.

Uno de los aspectos que influyen en estos efectos a largo plazo es la regulación génica, es decir, cómo se expresan los genes en nuestro organismo. La regulación génica es un proceso complejo que determina qué genes se activan o desactivan en cada célula y en cada momento. Esta regulación puede verse afectada por diferentes factores externos e internos.

La edad es uno de los factores que pueden tener un impacto en la regulación génica. A medida que envejecemos, se producen cambios en la expresión de ciertos genes, lo que puede influir en nuestra salud y en el desarrollo de enfermedades relacionadas con la edad, como enfermedades cardíacas, diabetes o cáncer. Estos cambios en la regulación génica pueden ser diferentes en cada individuo, lo que explica por qué algunas personas envejecen de manera más saludable que otras.

Los factores ambientales también pueden desempeñar un papel importante en la regulación génica. La exposición a ciertos contaminantes o sustancias tóxicas en el medio ambiente puede afectar la expresión de los genes y tener consecuencias a largo plazo en nuestra salud. Por ejemplo, la exposición al humo del cigarrillo se ha relacionado con cambios en la regulación génica que aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades pulmonares.

El estilo de vida que llevamos también puede influir en la regulación génica. Hábitos como la alimentación, el ejercicio físico o el estrés pueden afectar la expresión de los genes. Por ejemplo, una dieta rica en grasas saturadas puede activar genes relacionados con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, mientras que la práctica regular de ejercicio puede favorecer la expresión de genes relacionados con la salud cardiovascular y metabólica.

Además, algunas enfermedades pueden tener un impacto significativo en la regulación génica. Por ejemplo, ciertas enfermedades genéticas hereditarias se caracterizan por mutaciones o alteraciones en la regulación de genes específicos. Estas alteraciones pueden ser transmitidas de generación en generación, lo que explica por qué algunos cambios en la regulación génica se pueden heredar.

En resumen, el proceso de regulación génica es complejo y está influenciado por diferentes factores, como la edad, los factores ambientales, el estilo de vida y el estado de salud. Comprender cómo se regulan los genes y cómo estos cambios pueden tener implicaciones a largo plazo en nuestra salud es fundamental para avanzar en el campo de la medicina y promover hábitos de vida saludables.

CÓMO CONTRIBUYE LA EPIGENÉTICA A LA SALUD.

La elección de una nutrición correcta puede cambiar en cómo se expresan nuestros genes, por lo que puede ayudar a las futuras generaciones a crecer más sanas y mantenerse de esa manera por un mayor tiempo.

El impacto de una nutrición adecuada en nuestra salud va más allá de nuestro bienestar personal. Al seguir una dieta equilibrada y rica en nutrientes, influimos positivamente en la expresión de nuestros genes, lo que puede tener consecuencias beneficiosas tanto para nosotros como para las generaciones venideras.

Numerosos estudios han demostrado que una alimentación saludable puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la obesidad. Al elegir alimentos frescos, ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes, estamos proporcionando a nuestro cuerpo los nutrientes necesarios para funcionar de manera óptima. Esto implica que nuestros genes también se expresen de manera más favorable, favoreciendo la salud y el buen funcionamiento de nuestro organismo.

Es importante tener en cuenta que la nutrición correcta no solo se refiere a la elección de alimentos saludables, sino también a la cantidad adecuada de nutrientes que necesitamos consumir. Cada persona tiene diferentes requerimientos nutricionales, por lo que es importante consultar con un profesional de la salud para diseñar una dieta personalizada que se adapte a nuestras necesidades individuales.

En resumen, la elección de una nutrición adecuada puede tener un impacto significativo en la expresión de nuestros genes, lo que a su vez puede influir en nuestra salud y en la de las futuras generaciones. Al cuidar nuestra alimentación y adoptar hábitos saludables, estamos contribuyendo a un estilo de vida más saludable y duradero. ¡Una buena nutrición es una inversión en nuestra salud y en la de nuestros descendientes!

COMO TEORÍA.

El estudio de los genes es muy extenso y su proceso es delicado. Hasta no hace muy poco se creía que todas nuestras características se encontraban definidas solo por:

  • Factores innatos. Que es la formación genética que heredamos de nuestra madre y nuestro padre, por lo que era solamente información comprendida en los genes.

Sin embargo, el estudio de la epigenética que es un campo fascinante que busca comprender cómo nuestras experiencias y entorno pueden influir en la expresión y herencia de nuestros genes. A diferencia de la genética clásica, que se centra en la secuencia de ADN como principal determinante de nuestras características, la epigenética nos muestra que también estamos moldeados por factores ambientales y nuestras experiencias de vida. Por lo que nos indica que nuestros genes también se ven modificados por:

  • Factores adquiridos. Por influencia del entorno.

En este sentido, la epigenética sostiene que no solo somos una combinación de los factores genéticos heredados de nuestros padres, sino que también llevamos en nosotros la influencia de nuestros abuelos y demás ancestros. A través de mecanismos epigenéticos, como la metilación del ADN y las modificaciones de las histonas, las experiencias vividas por generaciones pasadas pueden dejar su marca en nuestro material genético y ser transmitidas de generación en generación.

Imagina que tus bisabuelos vivieron en condiciones de pobreza extrema y pasaron hambre. Estudios sugieren que estas experiencias desafiantes pueden haber dejado una huella epigenética en sus genes. Esta huella puede hacer que tus genes respondan de manera diferente frente a situaciones de escasez o estrés, incluso si tú nunca has experimentado estas condiciones en tu vida. Es decir, las experiencias de tus ancestros pueden influir en tus respuestas fisiológicas y emocionales.

Este concepto nos abre un panorama diferente donde nos dice que el cuidar lo que nos rodea es importante para heredar.

FACTORES QUE MODIFICAN LOS GENES Y LA SALUD.

Ciertos hábitos, así como conductas, químicos, etcétera, tienen la capacidad de producir mutaciones en el ADN.

Esto quiere decir que nuestra salud y bienestar están estrechamente ligados a nuestro entorno y a los hábitos de consumo que llevamos a cabo. Es fundamental tomar conciencia de la importancia de cuidar y valorar todo lo que nos rodea, así como de la calidad de los alimentos y productos que consumimos a diario.

Cuando hablamos de enfermedades como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares, es crucial entender que existen diversos factores que pueden contribuir a su desarrollo. Si bien hay aspectos genéticos y hereditarios que influyen en nuestra predisposición a estas enfermedades, también es cierto que nuestro estilo de vida, el ambiente en el que vivimos y los hábitos que llevamos pueden tener un impacto significativo.

La exposición a agentes tóxicos presentes en el medio ambiente, como la contaminación atmosférica, los pesticidas en alimentos y productos químicos en el hogar, puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades. Es por eso que es crucial tomar medidas para reducir nuestra exposición a estos agentes dañinos, como elegir alimentos orgánicos, purificar el aire en nuestros hogares y evitar productos químicos nocivos.

Además, llevar una dieta equilibrada y saludable, rica en frutas, verduras y alimentos naturales, puede ayudar a fortalecer nuestro sistema inmunológico y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Una alimentación adecuada, combinada con la práctica regular de ejercicio físico, puede ser una excelente manera de mantenernos sanos y prevenir la aparición de enfermedades.

En resumen, la frase mencionada nos recuerda la importancia de cuidar nuestra salud en todos los aspectos. Desde el entorno en el que vivimos hasta los alimentos que consumimos, todo influye en nuestra calidad de vida y en nuestro riesgo de desarrollar enfermedades. Tomar decisiones conscientes y adoptar hábitos saludables puede marcar la diferencia en nuestra salud a largo plazo.

FACTORES DE RIESGO.

1.- Agrotóxicos en frutas y verduras.

2.- Metales tóxicos en el aire.

3.- Contaminación ambiental.

4.- Tener malos hábitos nutricionales.

5.- Nuestro estilo de vida.

6.- Sedentarismo.

7.- Tabaquismo.

8.- Alcoholismo.

9.- Uso de drogas ilegales.

10.- Tiene mucho que ver las conductas y pensamientos negativos.

11.- Lo que escuchas tiene mucha influencia en nuestros genes incluso desde que nos encontramos en el útero por esa razón se suele escuchar música clásica cuando se encuentra la madre gestando.

11.- Comer demasiado. Un ejemplo de ello es; si a un infante que tiene sus células bien, si le da de comer demasiados alimentos grasos y refinados siempre, esto ocasionará que sus células desde que empiezan la vida se van a llenar de grasa y su ADN tendrá mutaciones donde a la edad de adulto si no se corrige transmitirá esto a sus futuras generaciones.

Por todo esto se recomienda cuidar nuestros genes manteniendo lo más posible una vida sana, como nuestro entorno lo mejor saludable posible. La importancia de mantener una buena salud no se puede subestimar. Al cuidar nuestra salud, estamos protegiendo nuestros genes y garantizando un mejor funcionamiento de nuestro organismo a largo plazo. Una vida sana implica llevar una alimentación equilibrada, rica en nutrientes esenciales, realizar actividad física regularmente y evitar el consumo excesivo de sustancias nocivas como el tabaco y el alcohol. Además, es crucial mantener un entorno saludable, tanto físico como emocionalmente. Esto implica rodearse de relaciones positivas, evitar el estrés en la medida de lo posible y buscar el equilibrio entre trabajo y descanso. Recordemos que nuestros genes no son estáticos, sino que están influenciados por nuestro estilo de vida y el entorno en el que vivimos. Por lo tanto, al cuidar nuestra salud de manera integral, estamos contribuyendo a potenciar nuestros genes y garantizar un bienestar óptimo. ¡Así que no descuides tu salud y mantén una vida sana para cuidar de tus genes y fortalecerte desde dentro hacia fuera!

¿Te gusta la expresión? ¡¡¡Eres lo que comes!!!

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El Impacto del Sodio en la Salud: Lo Que Debes Saber

Los compuestos iónicos están formados iones que son átomos o grupos de átomos cargados eléctricamente; un ejemplo: la sal de mesa, cloruro de sodio (NaCl). Este es un compuesto de Sodio y Cloro en el cual el sodio presenta como iones sodio positivo (Na+) y el cloro están presentes iones negativos (Cl-).

Sin duda la sal es necesaria para nuestra vida, ya que el sodio lo necesitamos para mantener el balance correcto de los fluidos, permitir la transmisión de impulsos nerviosos y contraer y relajar los músculos, pero ¿Qué sucede si decidimos adquirir una dieta alta en sodio que rebase los 500 mg por día?

1.- La sal es adictiva.

2.- Se fija en los tejidos y los llena de agua lo que hace que engordes.

3.- Su excesivo consumo nos puede llevar a la muerte.

Absolutamente todos sabemos que una dieta alta en sodio eleva la presión sanguínea, por lo que, a su vez puede causar ataques cardiacos, así como accidentes cerebrovasculares.

Sin embargo, de igual manera en estudios actuales se ha demostrado que el consumo de sodio trae consigo otros problemas como osteoporosis, demencia, cáncer, aumento de cintura y otros problemas que son también serios.

Cáncer: Los alimentos que son salados se asocian a un riesgo de desarrollar neoplasias malignas. Estas enfermedades se presentan cuando existen células anormales que se multiplican sin control e invaden tejidos cercanos. El consumo excesivo de sodio también se ha relacionado con un mayor riesgo de muerte por cáncer gástrico.

Los alimentos que contienen altos niveles de sodio tienden a irritar la mucosa estomacal por lo que favorece la infección por la bacteria h. pylori llevando a esta patología.

Además, diversos estudios han encontrado que una dieta rica en alimentos salados puede aumentar el riesgo de desarrollar otros tipos de cáncer, como el de colon, el de esófago y el de riñón.

La relación entre la sal y el cáncer se atribuye a varios factores. Por un lado, la sal puede dañar las células y los tejidos del cuerpo, aumentando la probabilidad de que se produzcan mutaciones que pueden dar lugar a la formación de tumores cancerosos. También se ha observado que el consumo excesivo de sal puede aumentar la presión arterial, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de cáncer.

Para reducir el riesgo de desarrollar cáncer y mantener una buena salud, se recomienda moderar el consumo de alimentos salados. Optar por una dieta equilibrada y rica en frutas, verduras y alimentos frescos puede ayudar a prevenir la aparición de esta enfermedad. Asimismo, es importante llevar un estilo de vida saludable, evitar el consumo de tabaco y alcohol en exceso, así como realizar actividad física de forma regular.

Recuerda que siempre es importante consultar con un profesional de la salud para obtener recomendaciones personalizadas y adecuadas a tu situación específica. Mantener hábitos saludables y estar informado sobre los factores de riesgo puede contribuir significativamente a la prevención y cuidado de nuestra salud.

Osteoporosis: El exceso de sal estimulan la pérdida de calcio, por lo que los huesos se debilitan, y con el tiempo, nos conduce a esta enfermedad.

Algunos estudios realizados a lo largo de los años en mujeres posmenopáusicas han encontrado un vínculo interesante entre la disminución en la densidad ósea de cadera y la ingesta elevada de sodio. La osteoporosis, una enfermedad caracterizada por la debilidad y fragilidad de los huesos, afecta especialmente a las mujeres después de la menopausia debido a la disminución de los niveles de estrógeno. Diversas investigaciones han demostrado que una dieta alta en sodio puede tener un impacto negativo en la salud ósea en general, pero particularmente en la densidad ósea de la cadera.

El sodio es un mineral esencial para el funcionamiento adecuado del cuerpo, pero cuando se consume en exceso, puede desencadenar una serie de problemas de salud. Se sabe que el sodio en exceso contribuye a la hipertensión arterial, pero su relación con la salud ósea es menos conocida. Sin embargo, los estudios mencionados previamente han revelado datos intrigantes al respecto.

Uno de los mecanismos propuestos para explicar la relación entre el sodio y la densidad ósea es el efecto que tiene el sodio en la excreción de calcio en la orina. El aumento en la ingesta de sodio puede provocar una mayor excreción de calcio a través de la orina, lo que a su vez puede debilitar los huesos a largo plazo. Además, el sodio también puede interferir con la absorción adecuada de calcio en el intestino, lo que contribuye aún más a la pérdida de densidad ósea.

Aunque se requieren más investigaciones para comprender completamente los mecanismos detrás de esta relación y establecer pautas claras, estos hallazgos sugieren que reducir la ingesta de sodio puede ser beneficioso para la salud ósea en general, especialmente en las mujeres posmenopáusicas que ya se enfrentan a un mayor riesgo de osteoporosis.

La diabetes: Cuando se trata de controlar la diabetes, es crucial tomar decisiones saludables. Una de esas opciones consiste en controlar nuestra ingesta de sodio. Comer demasiada sal puede contribuir a la resistencia a la insulina, lo que agrava el ya elevado riesgo de hipertensión y enfermedades cardíacas que enfrentan las personas con diabetes.

El sodio, un componente de la sal, es conocido por su capacidad para aumentar la presión arterial. Esto puede ser particularmente dañino para las personas con diabetes, ya que ya tienen un mayor riesgo de desarrollar hipertensión. Cuando los niveles de sodio aumentan en el cuerpo, pueden alterar el equilibrio de electrolitos, lo que afecta la regulación de la presión arterial y puede provocar complicaciones peligrosas. Además, el consumo excesivo de sodio puede afectar la sensibilidad a la insulina.

La insulina es responsable de regular los niveles de azúcar en sangre, y la resistencia a sus efectos puede dificultar el control eficaz de la diabetes. Al reducir el consumo de sal, podemos ayudar a disminuir la resistencia a la insulina, mejorando el control glucémico general.

Además de evitar la sal de mesa, es importante conocer las fuentes ocultas de sodio en los alimentos procesados. Muchas comidas empaquetadas y preparadas en restaurantes contienen altos niveles de sodio, incluso cuando no tienen un sabor particularmente salado. Leer las etiquetas de los alimentos, optar por alimentos frescos e integrales y cocinar en casa usando hierbas y especias en lugar de sal puede ayudar a reducir la ingesta de sodio y promover mejores resultados de salud para las personas con diabetes. Recuerde, hacer cambios pequeños pero significativos en nuestra dieta puede marcar una gran diferencia en el control efectivo de la diabetes. Al ser conscientes de nuestro consumo de sodio, podemos dar un paso importante hacia una mejor salud y bienestar general.

Demencia: La sal es un tema interesante y que debemos analizar. Un estudio realizado a la memoria arrojó resultados en 2010 donde se basaron en realizar resonancias magnéticas practicadas a 1400 pacientes de entre 65 años o más, lo cual revelaron que quienes tenían presión arterial elevada presentaron lesiones cerebrales ocho años posteriormente al estudio. En otro estudio arrojó que las personas con hipertensión tienen una tendencia a desarrollar demencia que se encuentra asociada a un accidente cardiovascular.

Apnea del sueño: Como podemos darnos cuenta, la hipertensión es un factor como fuerte detonante y en este caso es lo mismo. Se crea un círculo vicioso donde este trastorno del sueño nos lleva al insomnio, lo cual, a su vez eleva la presión sanguínea.

Enfermedad renal: Lo mismo, la hipertensión de igual manera tiende a dañar vasos sanguíneos de todo el organismo, y por ende del riñón. Debemos tomar en cuenta que el deterioro es gradual, los síntomas pueden no presentarse hasta que la función de los órganos se encuentra por debajo del 10% de lo normal.

Por esta situación algunos gobiernos han revisado sus directrices las cuales son: en adultos se recomienda consumir 1500 mg de sodio por día lo que equivale a dos tercios de cucharadita lo cual es muy por debajo del nivel anterior que marcaba menos de 2300 miligramos.

En este caso el tomar en cuenta mucha de la preocupación en la medicina no es el salero sino el sodio que contienen los alimentos, sobre todo la comida envasada y procesada, a la cual se le añade sal para acentuar tanto el color, sabor, textura y frescura.

En nuestra dieta diaria podemos llegar a consumir una gran cantidad de sodio, desde alimentos enlatados, galletas, salsas, sopas, congelados, etcétera.

Se debe considerar a la sal como un ingrediente que puede causar un aumento de peso considerable, así como otros trastornos que se consideran potencialmente mortales, pero no contiene calorías.

La sal es adictiva.

Como sabemos el organismo necesita de una cantidad específica para el correcto funcionamiento del mismo y es preciso consumir solo 500 mg por día, sin embargo, cuando rebasamos esa cantidad, la química cerebral se ve alterada. El consumo de sal libera dopamina, éste es un neurotransmisor que se encuentra relacionado con el centro el placer en el cerebro, por lo que los hace sumamente adictivos como la nicotina y el alcohol.

Recordemos que, como cualquier otra dependencia, consumir este tipo de comida impulsa a consumir más. Los platillos que contienen mucha sal también pueden tener un alto nivel de grasa y calorías, esto hace que se acumule exceso de líquidos y grasa en los tejidos de la cintura.

Al consumir exceso de sal también aumenta la sed, esto no sería importante si bebiéramos agua con frecuencia, pero eso no lo hacemos. Expertos han encontrado una estrecha relación entre el abuso de sal y la ingesta de bebidas azucaradas. Es mejor evitar los refrescos de dieta ya que suelen contener una gran cantidad de sodio.

De la misma manera su abundante consumo puede hacer subir de tallas de una manera muy sutil; un ejemplo, tiene la capacidad de modificar la manera en la que el organismo metaboliza la grasa. Una dieta rica en sodio dispara la producción de insulina, ya que la hormona que da al organismo la indicación de almacenar como grasa el exceso de azúcar. En resumen, a mayor síntesis insulínica, más acumulación de lípidos y aumento de peso.

El disminuir el consumo permite limpiar el organismo, de esta manera se podrá optimizar el metabolismo para así poder incrementar la energía y controlar el hábito de consumir sodio en demasía.

Por si fuera poco, nos hará sentir más delgada ya que no existirá retención de líquidos y es una realidad. Te hará perder kilos y centímetros lo que hará que te motives a reducir y posteriormente a eliminar lo más posible el sodio, de esta manera se reprogramarán tus papilas gustativas y probarás el sabor original de los alimentos.

Prueba por 14 días y realiza comidas de 300 calorías cada una, con menos de 300 mg de sodio. Consumir jugos naturales diario, estos te ayudarán a eliminar el exceso de sodio ya que contienen calcio, potasio y magnesio que está almacenado durante años.

Evitar en lo posible los alimentos que se encuentran procesados y las bebidas alcohólicas. No te preocupes ya que el paladar se adaptará rápidamente a este estilo de alimentación.

La mayoría de los humanos tienen en la lengua alrededor de 10 mil papilas gustativas, cada una de ellas conforman por alrededor de 50 a 150 células receptoras que viven de una a dos semanas, para que posteriormente sean reemplazadas por nuevos receptores. Estas células receptoras son esenciales para percibir y distinguir los sabores que experimentamos al comer o beber.

Cada tipo de papila gustativa está especializada en detectar un sabor particular: dulce, salado, amargo, ácido y umami. El dulce nos brinda sensaciones placenteras y está asociado principalmente a alimentos como el azúcar, frutas maduras y postres. El salado nos ayuda a identificar y disfrutar de alimentos ricos en sodio como el queso, las papas fritas y la comida salada en general.

Por otro lado, el sabor amargo es muchas veces asociado con alimentos venenosos o tóxicos, por lo que nuestro cuerpo tiende a ser más sensible a esta sensación para protegernos. Algunos ejemplos de alimentos amargos son el café, el chocolate oscuro y las verduras de hojas verdes.

El sabor ácido se encuentra en una amplia variedad de alimentos. En primer lugar, los cítricos como las naranjas, limones y pomelos son conocidos por su característico sabor ácido. Estas frutas son refrescantes y aportan un toque cítrico a postres, bebidas y platos salados.

Además de los cítricos, existen otras frutas ácidas como las fresas, las frambuesas y las grosellas. Estas frutas tienen un sabor jugoso y ácido, lo que las convierte en una opción popular para agregar a batidos, ensaladas y mermeladas.

Por supuesto, el vinagre es otro alimento que se caracteriza por su sabor ácido. Se utiliza en aderezos para ensaladas, marinadas y salsas. El vinagre de manzana, el vinagre balsámico y el vinagre de vino son algunas de las variedades más comunes y apreciadas en la cocina.

Así, que lo mejor y más recomendable es controlarse en el consumo de sal, nunca eliminarla, pero sí que sea con consciencia.

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Impacto de la Posición de la Lengua en la Estética Facial

Sí, la posición de la lengua puede cambiar absolutamente todo; ¿A qué nos referimos? Bien, a que puede hacer que se nos vea papada prominente o que se vea sin papada. Puede hacernos ver bien o no, las posturas son importantes. Además, la posición de la lengua también tiene un impacto significativo en la forma en que hablamos. Dependiendo de cómo la coloquemos, podemos generar diferentes sonidos y tonalidades en nuestro lenguaje. Es asombroso cómo algo tan pequeño puede tener un efecto tan grande en nuestra apariencia y en la forma en que nos expresamos. Por lo tanto, es importante prestar atención a la posición de nuestra lengua para no afectar tanto en el aspecto físico como en el aspecto lingüístico.

Todos sabemos que nuestra fisonomía tiene que ver con la estructura (huesos), pero también de donde tienda a acumular la grasa, así como de nuestros genes. Pero sin duda las posturas cobran una gran relevancia ya que con el paso de los años tienden a deformar la fisonomía y una de ellas es la lengua.

Es importante prestar mucha atención en los niños ya que en la etapa de crecimiento es donde se define la posición de nuestro cuerpo, principalmente en el rostro por lo que si al observarlos se nota que tienen posturas incorrectas es mejor tomar cartas en el asunto inmediatamente y acudir con los especialistas adecuados para corregir cualquier situación que se presente.

La lengua, además de desempeñar un papel fundamental en el habla y la deglución, tiene un impacto significativo en la apariencia de nuestra cara y boca. Su posición y tono muscular influyen en la forma en que lucimos, ya que puede afectar la ubicación de los dientes, la mandíbula y los músculos faciales. Es importante tener en cuenta que la lengua se encuentra en reposo la mayor parte del tiempo, por lo que su postura incorrecta puede generar problemas estéticos y de salud. Por lo tanto, es recomendable mantener una postura lingual adecuada, ejercitar regularmente los músculos de la lengua y buscar atención médica si se presentan problemas relacionados con ella para garantizar una apariencia facial y oral saludable y armoniosa.

La lengua es un músculo fuerte y puede causar con el paso de los años una deformación en los dientes que normalmente se encentre presionando de manera constante desproporcionando así los huesos faciales por lo que genera problemas como:

  • Una deglución Atípica: La cual consiste en el uso y postura inadecuada que adquiere la lengua en el acto de tragar. La lengua suele posicionarse, ya sea hacia adelante o hacia los lados, provocando una presión contra las arcadas dentarias (es una formación ósea que contiene los dientes superiores e inferiores de la mandíbula y el maxilar; diseñada para morder y masticar los alimentos). Esto modifica la posición de los dientes. Es un mal hábito que puede alterar el crecimiento de los mismos, pero también altera la musculatura orofacial (es el sistema orofacial el conjunto de órganos encargados de las funciones fisiológicas de respiración, succión, deglución, habla y fonación. Incluye, por supuesto, todas las expresiones faciales como besar y sonreír. Además, alberga órganos como el sentido del gusto, el olfato y el oído). La deglución atípica puede tener consecuencias negativas en la salud bucal y la función orofacial en general.

La deglución atípica es un trastorno miofuncional que consiste en colocar la lengua incorrectamente al momento de tragar. Cuando presentamos este trastorno la lengua se apoya en los dientes y al tragar se suele empujar la lengua hacia adelante, algunas personas lo hacen muy profusamente y otras no tanto, pero sin duda generan un problema a su fisonomía generando otros problemas.

Esta deformación puede ser ocasionada por un uso prolongado del chupete, dedo o el biberón, también por una respiración oral a causa de amígdalas hipertróficas o carnots (es el crecimiento de tamaño de estas estructuras ocasionando también ronquidos, es tejido linfoide idéntico a las amígdalas y al apéndice, que se encuentra en la parte posterior de la nariz, por detrás del paladar). Sería bueno consultar a un médico dentista y un logopeda que es el que se especializa en evaluar y de igual manera tratar a personas que tienen problemas para comunicarse o tragar. Además, es importante destacar que esta deformación puede tener consecuencias negativas a largo plazo si no se trata adecuadamente. Por lo tanto, es fundamental buscar ayuda médica para abordar este problema de forma oportuna y efectiva. En este sentido, un médico dentista podrá evaluar la situación y ofrecer las recomendaciones y tratamientos necesarios. Asimismo, un logopeda será de gran ayuda para mejorar la comunicación y la capacidad de deglución de la persona afectada. No dudes en buscar el apoyo de profesionales especializados en el campo de la odontología y la logopedia para abordar esta situación de manera apropiada. En el caso de los niños van a generar problemas de desarrollo así que tratarlos a tiempo es fundamental.

Este tipo de situaciones da como resultado una deformación facial, por lo tanto, la belleza se ve comprometida ya que no existe ni simetría ni salud.

Cuando se tienen este hábito hace que las personas coman demasiado rápido ya que no pueden respirar bien, así como el correcto desarrollo del paladar y agudiza el problema de respiración lo que trae consigo mayores dificultades. Así, que si se tiene un infante es mejor observarlo y darle tratamiento si es necesario; entre más pronto mejor.

Posición correcta de la lengua.

La posición de la lengua debe ser presionándola la punta de la lengua en el paladar hacia arriba tocando las arruguitas y cerrar bien la boca lo cual no va a permitir que se genere una flacidez en la papada y dando forma correcta.

Al masticar, la lengua no debe tocar los dientes ni delanteros ni laterales ya que con la presión y el paso de los años va a alterar la forma; en la deglución en todo momento la lengua tiene que permanecer hacia atrás, los bocados tienen que ser pequeños y bien masticados.

También es importante mencionar que la posición de las vértebras es importante, la cabeza no debe tomar un hábito de ir hacia adelante, tiene que estar derecha ya que de igual manera la mala posición de la lengua hace que la cabeza se vaya hacia delante alterando la postura y adquiriendo con el paso de los años contratiempos mayores. Como se puede observar no es un problema menor ya que va mucho más allá de la deformación.

Cómo la simple posición de la lengua puede tener tanto impacto en nuestro organismo, pero es así, por lo que aún ya siendo adulto se puede corregir y mejorar tanto a nivel de salud como estético.

Algunos ejemplos de ejercicios de logopedia.

Se debe corregir la deglución y se puede hacer con algunos ejercicios, sin embargo, siempre debemos consultar a un especialista ya que él indicará cuales y cuantos. Se tiene que considerar que son muchos los ejercicios que se emplean para este tipo de problema y para que te des una idea te doy solo algunos de los muchos que existen.

1.- Colocar la lengua en el paladar donde se encuentra arrugado y presionar unas 10 veces.

2.- Colocar la lengua en el paladar desde donde se encuentra arrugado y llevarla hacia atrás y regresar abajo, realizarlos 10 veces.

3.- Realizar chasquido lingual diez veces.

4.- Tocar con la lengua la última muela de abajo.

5.- Manteniendo la lengua en el paladar y abrir la boca y dejarlo ahí por unos segundos y descansar.

Y así, se pueden realizar muchos ejercicios para ayudar a fortalecer la lengua y mantenerla en su lugar, pero el especialista es el que debe indicar los correctos, existen muchos ejercicios que nos pueden ayudar.

Cómo nos ayuda una correcta posición de la lengua

La posición de la lengua juega un papel crucial en la apariencia del rostro y puede tener un impacto significativo en la belleza y el perfil facial. Cuando la lengua se encuentra en la posición adecuada, puede ayudar a alinear y equilibrar los rasgos faciales, logrando una apariencia más simétrica y atractiva.

Al mantener la lengua en una posición óptima, se pueden corregir ciertos problemas estéticos. Por ejemplo, si alguien tiene una mandíbula prominente o un mentón débil, la correcta posición de la lengua puede ayudar a compensar estos desequilibrios mediante el fortalecimiento de los músculos faciales y la creación de una apariencia más armoniosa.

Además de mejorar el perfil, la posición adecuada de la lengua también puede tener un impacto en la salud y la funcionalidad oral. Al mantener la lengua en contacto con el paladar, se estimula la producción de saliva, lo que contribuye a la salud bucal y la prevención de enfermedades como la caries dental.

En resumen, prestar atención a la posición de la lengua puede tener beneficios estéticos, saludables y funcionales. Si deseas mejorar el perfil de tu rostro y maximizar tu belleza facial, considera consultar a un profesional de la salud oral o un ortodoncista, quienes podrán ofrecerte pautas específicas para lograr una correcta postura de la lengua.

El perfil

Cuando se trata de mejorar el perfil, además de la posición correcta de las vértebras, hay otros aspectos importantes a tomar en cuenta. Uno de ellos es la postura corporal en general. Mantener una postura erguida no solo beneficia a la salud de la columna vertebral, sino que también puede influir en cómo se percibe el perfil.

Además, es importante mencionar que el perfil de una persona está determinado por diversos elementos faciales, como la forma y el tamaño de la nariz, los labios, los pómulos y la mandíbula. Cada uno de estos rasgos puede contribuir a la armonía y proporción del mismo.

Existen técnicas quirúrgicas, como la rinoplastia o la genioplastia, que pueden ser consideradas para mejorar ciertos aspectos del perfil facial. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que cualquier procedimiento quirúrgico conlleva riesgos y debe ser discutido con un profesional médico capacitado.

Además de las opciones quirúrgicas, existen otras alternativas no invasivas para mejorarlo. Por ejemplo, algunos ejercicios faciales se centran en fortalecer los músculos de la mandíbula y del cuello, lo que puede resultar en una apariencia más definida y equilibrada del perfil.

Por último, pero no menos importante, cabe mencionar que la belleza va más allá de la apariencia física. La confianza en uno mismo y la aceptación de nuestra propia imagen son también factores clave para sentirnos bien con nuestro perfil y con nosotros mismos en general.

En resumen, la posición adecuada de las vértebras, la postura corporal, la forma y tamaño de los rasgos faciales, así como diferentes opciones de tratamiento, tanto quirúrgicas como no invasivas, son aspectos a considerar para mejorar el perfil facial. Es importante evaluar todas las opciones disponibles y buscar el asesoramiento de profesionales especializados antes de tomar cualquier decisión. Recuerda que cada persona es única y hermosa a su manera.

Sin embargo, esta simple acción puede llevarte a una vida mejor ya que no solo te mejorará estéticamente sino también en cuestiones de salud. Para que no se olvide, incluso se puede programar una alarma para recordar constantemente el colocar la lengua en el paladar.

Por la nariz

El respirar por la nariz es sumamente importante ya que además de que no se genera la asimetría no entra aire a la boca ocasionando resequedad y propiciando caries. Cuando respiramos por la nariz no permitimos que la boca se abra deformando esa área también.

Sabemos que las personas que tienden a respirar por la boca normalmente son por múltiples causas y algunas de ellas son por alergias, problemas de salud como pólipos, tumores, desviación del tabique, etcétera y todos esos problemas se tienen que solucionar acudiendo a un especialista para no seguir generando algunos más profundos.

Incluso el respirar por la nariz puede ayudar a mejorar ya que no se está deformando por dentro esa zona por lo que los órganos internos no se desplazan ni los huesos y hacer que tanto nuestra salud como nuestra belleza se vean comprometidos.

En resumen…

La belleza es muy importante, ya que nos aporta seguridad y alegría en nuestra vida diaria. Nos permite expresarnos y sentirnos bien con nosotros mismos, pero es esencial recordar que sin la salud no existe nada. La salud es la base sobre la cual se construyen todos nuestros logros y aspiraciones. Además, este simple hábito de colocar la lengua correctamente no solo nos proporciona ambos, sino que también contribuye a una mejor postura y respiración. En consecuencia, cultivar hábitos saludables y ser conscientes de cómo pequeños aspectos de nuestra fisiología pueden influir en nuestra vida, puede llevarnos a un bienestar integral que abarca tanto la belleza externa como la salud interna.

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PALIDEZ EN EL ROSTRO.

Puede ser producido por una baja de tensión o de glucosa de una manera repentina, pero debemos de pensar que también existen otros motivos por los cuales son generados estos síntomas.

Una manera de descartar la palidez o valorar a una persona si presenta palidez o no es observando las mucosas.

Se puede observar la conjuntiva, en especial, se baja con cuidado un poco el párpado inferior y se observa la zona que se encuentra roja, éstas deben estar de color rojo, si se encuentran blancos existe un problema de hierro; la mucosa oral; el lecho de la uña que es la zona cutánea que se encuentra por debajo de la misma, los pliegues de las palmas de las manos.

En muchos de los casos el saber el motivo de la palidez que se presenta es sencillo y solo basta con ver si existen antecedentes de anemia en la familia que sean de origen genético como la Talasemia, esferocitosis, etcétera.

  • Falta de hierro: La anemia es uno de los más frecuentes motivos a nivel mundial, la carencia de hierro(ferropénica) Y suele ser secundaria a:

1.- Sangrados en alguna parte. Cuando se presenta sangrado en alguna parte del cuerpo. En algunas ocasiones son evidentes; pero en otros casos pueden encontrarse de forma oculta y se debe descubrir de donde proceden.

2.- El tubo digestivo. Este es también una fuente frecuente de sangrados. Es por esa razón que conviene analizar determinados hábitos del paciente como son: si se bebe de manera constante alcohol, el tipo de dieta, exceso de picante o irritante que fomente el daño de la mucosa gástrica como las guindillas (chile), y demás irritantes que son en ocasiones consumidos en exceso.

También se tiene que observar si se consume de una forma crónica algún fármaco, en especial los antiinflamatorios, ya que muchas personas los consumen de manera discriminada porque no los consideran un fármaco y pueden causar de forma frecuente anemia por sangrado digestivo.

3.- Menstruaciones. Las menstruaciones abundantes son también un factor para dejar a la mujer con palidez. El sangrado menstrual es una de las causas más frecuentes de anemia a nivel mundial.

4.- Vitíligo generalizado. En el momento de padecer este trastorno, al no producir melanina la persona tiene manchas blancas.

5.- Hipotiroidismo. Este problema genera una piel seca también estreñimiento, cansancio, obesidad, etcétera.

  • Cuando es algo mayor. Una mujer que se encuentra en la etapa de la menopausia también puede sufrir de anemia. Cuando nos encontramos en esta etapa y tenemos anemia, una de las causas puede ser el sistema digestivo, por lo que se deben realizar algunos análisis para ayudar a determinar cuál es el problema.

Entre estos estudios se encuentran la colonoscopia mediante la endoscopia del colon y/o fibrogastroscopia hasta el estómago.

  • Adulto mayor. Algunos otros procesos que generan este problema pueden ser la carencia de vitamina B12 y/o ácido fólico, insuficiencia renal crónica muy avanzada, o una enfermedad hematológica denominada mieloma múltiple.
  • Diabetes. Las personas que tienen esta enfermedad y se produce una baja de glucosa el rostro se deja ver pálido, afortunadamente se identifica de manera rápida porque también se presenta temblor, mareos, sudoración, humor cambiante y dolor de cabeza. Por lo general la persona se estabiliza con controlar la glucosa al ingerir algún zumo o algún alimento.
  • Cuando son de menor frecuencia:

1.- Leucemia linfática. La palidez se presenta cuando se padece de esta enfermedad, así como otros síntomas como el cansancio, falta de apetito y pérdida de peso e infecciones de manera repetida. Todos estos síntomas se presentan de manera brusca.

2.- Tumor. Feocromocitoma, si se encuentra presente, existe demasiada adrenalina, lo que provoca una subida de tensión repentina

3.- La pituitaria. Esta es una glándula que se encuentra situada en el cerebro, fabrica menos hormonas de las que debe, por lo que aparece el hipopituitarismo. Si la pituitaria funciona mal puede ser un problema genético, pero también por un tumor, por una infección o por un traumatismo grave.

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